(Selección,
traducción y nota de Mariano Morales Corona. De su libro:
Locutopía: crónica, poesía y música del rock)
Jim
Morrison, in memoriam
Días extraños
Todo es movimiento a ciegas, la vida es algo perdido entre las cosas.
Difícil es encontrarla en un mundo que ha puesto altares a los objetos –-y
además precio--. Está sepultada por cajas y envolturas, por motores y anuncios
deslumbrantes, por cosas que fundamentan el poder, que vuelven a las personas
cosas, envases desechables.
La belleza niega ese mundo,
levanta su mano áspera y provoca el deseo de transformarlo. Más aún cuando la
belleza se acompaña de un verbo claro. Jim Morrison busca al hombre en el
ambiente, cuando canta a la tierra lacerada (“Cuando la música termine”). Lo
busca, cuando enfrenta el número a las armas (“Cinco a uno”). También cuando a
ella le susurra: “estás encerrada en la cárcel de tu propia consigna. Rápido,
vuela lejos” (“Niña infeliz”). Es el alcohólico del albergue de la carretera
que protesta contra las dictaduras y la participación yanqui en éstas (“Una
plegaria americana”). Es el profeta del apocalipsis urbano (“Mujer Los Ángeles”
y “La celebración del lagarto”)…
También busca a la vida en ese
rito de lagarto que preña sus rescoldos; en esa alternancia del placer con el
cual enfrenta cotidianamente el poder. Su política sexual, como la de Janis, es
una bofetada en el rostro de la frigidez americana, una patada en el enmohecido
miembro del mundo consumista.
Obviamente el amplio universo
de las revueltas juveniles –intuitivas, conscientes o muy conscientes– del 68,
corría por su voz aguardentosa.
Pero sobre todo busca a la
vida y al hombre que es él mismo, en ese afanoso deseo de pasar al otro lado;
de seguir las palabras de Brecht, recorriendo los “wisky-bares”, cumpliendo el
deber de morir (“Canción de Alabama”).
O como mejorablemente él lo dice:
Días extraños nos encontraron
y a lo largo de sus extrañas horas
subsistimos solos
cuerpos confundidos
memorias maltratadas
Así recorremos el día
Hacia una extraña noche de piedra.
(“Días extraños”)
Claro que el anterior es sólo uno de sus
inmejorables momentos; los siguientes endecasílabos pueden ser otro:
I woke up this morning and I got myself a beer
I woke up this morning
and I got myself a beer
The future’s uncertain
and the end is always near
Apenas desperté y
fui a buscar una cerveza
Apenas desperté y
fui a buscar una cerveza
El futuro es
incierto y el fin está siempre cerca.
(“El blues del
albergue sobre la carretera”)
Veamos otro ejemplo de la relación poética de
Jim Morrison con el agua, la canción “La WASP* (Radio Texas y el ritmo espeso”):
Quiero hablarte de
Radio Texas y del ritmo espeso
Viene de los
pantanos de Virginia
Tranquilo, lento, con
dinero y decisión
Y una estrechez
repelente y difícil de dominar
Algunos llaman a su
brillo, celestial
Otros, lo mezquino
y lamentable del sueño Occidental
Amo a los amigos
que he reunido en esta balsa de latón
Hemos construido
pirámides en honor de nuestra fuga
Esta es la tierra
donde murió el Faraón
Los negros en el
bosque, emplumados, brillantes
Dicen: “Olvida la
noche
Vive con nosotros
en los bosques de azur
Por aquí en el
perímetro no hay estrellas
Aquí somos
borrachos**, inmaculados”
¡Y escucha esto! Te
hablaré de la angustia
Te hablaré de la
angustia
Y de la pérdida de
Dios
Te hablaré de la
noche sin esperanza
Del escaso alimento
que mi alma olvidó
Te hablaré de la
virgen con alma de hierro forjado
¡Y te diré esto!:
no habrá perdón para nosotros
No habrá recompensa
eterna, por malgastar el alba
Te hablaré de Radio
Texas y del ritmo espeso
Suavizado, lento y
loco como un nuevo lenguaje
Ahora escucha, te
hablaré de Texas
Te hablaré de Radio
Texas
Te hablaré de la
noche sin esperanza
Del huidizo sueño Occidental
Te hablaré de la
virgen con alma de hierro forjado.
*WASP:
abreviatura de White, Anglo-Saxon,
Protestant, el tronco original de la sociedad norteamericana: Blanca,
Anglo-Sajona y Protestante. Wasp
significa también abispa. Nota de Alberto Manzano en la edición de Fundamentos.
**Stoned:
pasados, borrachos…
1 Págs. 85-103 del libro Locutopía: crónica, poesía y música del rock.