viernes, 8 de diciembre de 2017

Pequeña antología de Lennon

JOHN LENNON ¿UN TÓTEM?






“Hagan tótem de su chingada madre...”, respondía José Revueltas a quienes requerían su nombre más que su literatura o su ingenio. Había dedicado su vida, al menos como escritor, a derribar mitos; y no se trataba simplemente del absurdo deseo de ser iconoclasta. Los mitos eran para él perjudiciales: desde el estalinismo encarnado en el personaje Esteban, el comunista de Los días terrenales, hasta ese Dios terrible y cruel que sólo existe -esto es obvio- en la tierra, debido a la carga pasiva y afanosamente supeditada que inducían éstos en la gente.
No es el caso de John Lennon, o al menos debemos luchar porque no sea así: que no se haga de él un santo a quien llevarle veladoras, en quien depositar la voluntad en espera de los cambios que no nos hemos atrevido a impulsar con decisión.
Recuperamos la figura de Lennon al igual que la de Revueltas, precisamente por esa hacha revolucionaria con la que derribaron mitos. Recuperamos su música con deleite, sí, esto es lo fundamental; pero también recuperamos sus palabras: Demos una oportunidad a la paz; La mujer es el negro del mundo; Dios es un concepto; Dame algo de verdad; El poder a la gente, millones de obreros trabajan por nada, deberías darles lo que realmente les pertenece... Imagina que no hay cielo ni infierno bajo nosotros, imagina a toda la gente viviendo para el hoy, no hay países, nada por qué matar o morir, tampoco por las religiones, imagina a toda la gente viviendo su vida en paz, imagina que no hay posesiones, no habrá necesidad para la avaricia ni el hambre, imagina a toda la gente compartiendo el mundo... Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero que un día te nos unas y hagamos un mundo para todos.
Derribemos al mito, retomemos los hechos, la voz.


John Lennon, un homenaje


En el cruce de los siglos, el 8 de diciembre del 2000, cuando nos reunimos para hacer este homenaje a John Lennon vislumbrábamos un mundo en el que los derechos humanos podrían llegar a todos sus habitantes: norteños o sureños, occidentales u orientales, negros o blancos, indígenas campiranos o aborígenes de las urbes...; a todos insisto: mujeres, niños, ancianos; no sólo a los hombres primermundistas que tuvieran trabajo fijo y salario digno...
El inicio de este siglo y del milenio nos azotó la puerta en las narices: terror, guerra: aviones usados como misiles, misiles contra los aviones y contra los pueblos; rencores, odios, fundamentalismo, intolerancia, mercado, dinero...
Tales horrores redimensionan el mensaje de Lennon: la posibilidad de un mundo de iguales, para ser compartido; un mundo en el que ninguna razón, ninguna creencia, ninguna idea convoquen a matar o a hacerse matar: ni religiones, ni fronteras, erradicar que alguien pueda morir por hambre o explotación.
Sustituir al ser humano por el ser hermano, construir un mundo para todos, del que todos disfrutemos. Sin fronteras a la diferencia, al otro; respetándole su cultura —en tanto él como nosotros respete los derechos humanos de los demás—, ése es el legado siempre actual de John Lennon, y lo resume en uno de los más grandes cánticos del siglo XX, resumen de heroicos (y derrotados) años 60:

IMAGINA


Imagina que no existe el paraíso
—inténtalo, no es difícil—
sin infierno bajo nuestros pies
y encima, sólo nubes, cielo

Imagina a toda la gente
viviendo el aquí y el ahora (ah, ja, ja ajá)

Imagina que no hay patrias
—no cuesta trabajo hacerlo—
nada por qué matar o dejarse morir
ni siquiera por las religiones

Imagina a toda la gente
viviendo su vida en paz (ah, ja, ja ajá)

Dirás que soy un soñador
pero no soy el único
espero que te nos unas
para construir un mundo diferente

Imagina que no hay posesiones
—sé que puedes hacerlo—
sin necesidad de acumular ni de pasar hambre
La hermandad de la humanidad

Imagina que todos, todos
pudiéramos compartir el mundo

Dirás que soy un soñador
pero no soy el único
espero que te nos unas
y hagamos un mundo para todos.

...Ya imaginaste ese nuevo planeta, ahora vamos a construirlo, ¿no?; comencemos por conquistar la paz hoy machacada por los señores que aquí y allá se regodean con la guerra...


Lennon, habitante de un mundo para todos


Volviendo la vista al siglo que hoy termina puede verse antes que nada un cúmulo inmenso de desarrollos tecnológicos: el tránsito de la sociedad que se movía en carruajes a la que circula hoy en las supercarreteras de la red.
Las ciudades se masificaron; crecieron los satisfactores de consumo, mas no la claridad para comprenderlos. El hambre y el descontento (particularmente de los jóvenes, sector sensible a la ausencia de futuro) también crecieron.
La sociedad perdió la brújula. Las enfermedades de la sociedad de consumo comenzaron a privar: depresión, afecciones cardiacas, obesidad y su hermana la anorexia, narcotización, tabaquismo y otros ismos, sida, y un vasto etcétera.
¿Y los valores?
Comenzamos a clonar seres antes de preguntarnos si esto es en bien del ser humano o no. Nos metemos en la casa del vecino por la red sin su consentimiento. El Estado al tiempo que adelgaza en su procuración de bienestar sofistica su capacidad de vigilancia; a veces se alía con el crimen y combate con más denuedo al pensamiento libre, que a las conductas antisociales.
¿Y los valores?
Más de dos mil años hubimos de andar por los caminos para aprender a que tenemos que tolerar, a respetar al otro lo que queremos que se nos respete a nosotros mismos, a defender los derechos de los otros, mujeres y hombres.
Los conceptos de hombre, democracia, derechos humanos, ciudadano, los heredamos de la Revolución Francesa; pero ésta cumplió ya más de 200 años. Hoy es necesario fundar un nuevo concepto para todos los seres que habitamos la tierra. Una nueva forma de englobar a los que hasta hoy en su diferencia han sido disminuidos: los pobres, los aborígenes, los desvalidos, los niños, los ancianos, las mujeres. Se requiere de un nuevo concepto en el cual subyagan los mismos derechos humanos para todos, aún conservando las diferencias (de sexo, de raza, de religión, de habilidades), un concepto que por lo pronto no sea sexista como el de: hombre.
Mirando al siglo que hoy fenece, podemos ver que nuestros filósofos hicieron grandes obras del espíritu, en la ciencia, muchas de ellas en la plástica, en el cine, en la música, en la literatura y no tanto en los campos poco fértiles de la reflexión filosófica.
Los pensamientos más libertarios como los de dirimir en paz los conflictos, quitar las ataduras que impedían amarse; la igualdad, la conservación de la naturaleza, el fin a la opresión de las mujeres... confluyeron por primera vez en mucha gente a lo largo y a lo ancho del mundo a finales de los sesenta (entre 59 con la revolución cubana, pasando por el mundial 68, hasta 73 con el golpe militar en Chile, por ponerle algunas acotaciones un tanto arbitrarias cuando el sueño terminó). Los filósofos se armaron de guitarras, de poesía y se lanzaron al mundo.
Uno de ellos, sin duda símbolo de la década que marcó al siglo que hoy termina fue John Lennon. En él se condensan los mejores mensajes de tantos y tantos jóvenes de todo el orbe, que sólo buscaron realizarse en el trabajo y con sus seres queridos, con honestidad y sin marginarse de la obra del hombre, es decir, de la cultura.
Primero con los Beatles abanderó la revolución musical (y conductual) del siglo XX. Luego, como solista dio continuidad a la búsqueda de un nuevo mundo: “el país conceptual llamado Locutopía”, el cual carecía de fronteras, de Estado y del que las personas adquirían ciudadanía sólo por así desearlo.
Su papel, de alguna manera encierra y proyecta los mejores años del siglo pasado: los sesenta. Nuestra ciudad, que hoy posee monumentos y plazas dedicadas al francés Víctor Hugo, al alemán Alexander von Humboldt, no quedaría completa sin el inglés, habitante de un mundo para todos: John Lennon.
De ahí que hace 20 años un grupo de poblanos le hiciera un homenaje y nombrara al costado del edificio Carolino (en el Centro Histórico de Puebla): “Plaza John Lennon”, como se le ha conocido desde entonces; propuesta que este año se oficializó:


LA VIDA ES REAL


 (canción para John Lennon)                                                          
Mercury-Queen                                                          


La culpa mancha mi almohada
Sangre en mis terrazas
Dorsos en el clóset
Sombras de mi pasado -La vida es real
La vida es real, la vida es real, tan real
Dormir es mi ocio
Despierto en un campo minado
El sueño es justamente una bóveda de placer
El amor un disco de ruleta -La vida es real
La vida es real, la vida es real, oh sí
El éxito es mi descanso
Yo mismo lo conseguí
Yo le pondré precio
Y lo haré efectivo
Lo puedo tomar o dejar
La soledad es mi escondite
Me amamanto solo
Qué más puedo decir
Me he tragado la píldora amarga
La puedo gustar
La vida es real, la vida es real, la vida es real
La música será mi amante
Amando como puta
Lennon es un genio
Viviendo poro por poro -La vida es real
La vida es real, la vida es real, tan real
La vida es cruel
La vida es una puta
La vida es real, tan real


LA MUJER ES EL NEGRO DEL MUNDO


John Lennon                                                          

La mujer es el negro del mundo
Sí lo es piénsalo
La mujer es el negro del mundo
Piénsalo haz algo al respecto
La obligamos a pintarse la cara
y a bailar
Si ella no fuera una esclava
diríamos que no ama
Si es real decimos
que está tratando de ser un hombre
Mientras la degradamos fingimos
que ella es superior

La mujer es el negro del mundo
Sí lo es, si no lo crees echa un vistazo
a quien está contigo
La mujer es el esclavo de los esclavos
Oh sí mejor grítalo, sí


La hacemos parir y criar a nuestros hijos
entonces la abandonamos
porque se ha convertido en una vieja
y gorda madre gallina
Le decimos que el hogar es el único sitio
donde debe estar
Y luego nos quejamos de que ella es
demasiado celestial para ser nuestra amiga


La mujer es el negro del mundo
Sí lo es, si no lo crees echa un vistazo
a quien está contigo
La mujer es la esclava de los esclavos

La insultamos a diario por la TV
y preguntamos por qué no tiene agallas
ni confianza
Cuando es joven le matamos
su voluntad por ser libre
Mientras le decimos que no sea tan astuta
la humillamos por ser tan torpe

La mujer es el negro del mundo
Sí lo es, si no lo crees echa un vistazo
a quien está contigo
La mujer es el esclavo de los esclavos
Oh sí, mejor grítalo, sí.

Pequeña antología de Morrison

LA CONMEMORACIÓN DEL LAGARTO


Jim Morrison, in memoriam



Días extraños


Todo es movimiento a ciegas, la vida es algo perdido entre las cosas. Difícil es encontrarla en un mundo que ha puesto altares a los objetos -y además precio-. Está sepultada por cajas y envolturas, por motores y anuncios deslumbrantes, por cosas que fundamentan el poder, que vuelven a las personas cosas, envases desechables.
La belleza niega ese mundo, levanta su mano áspera y provoca el deseo de transformarlo. Más aún cuando la belleza se acompaña de un verbo claro. Jim Morrison busca al hombre en el ambiente, cuando canta a la tierra lacerada (“Cuando la música termine”). Lo busca, cuando enfrenta el número a las armas (“Cinco a uno”). También cuando a ella le susurra: “estás encerrada en la cárcel de tu propia consigna. Rápido, vuela lejos” (“Niña infeliz”). Es el alcohólico del albergue de la carretera que protesta contra las dictaduras y la participación yanqui en éstas (“Una plegaria americana”). Es el profeta del apocalipsis urbano (“Mujer de Los Ángeles” y “La celebración del lagarto”)…
También busca a la vida en ese rito de lagarto que preña sus rescoldos; en esa alternancia del placer con el cual enfrenta cotidianamente al poder. Su política sexual, como la de Janis, es una bofetada en el rostro de la frigidez americana, una patada en el enmohecido miembro del mundo consumista.
Obviamente el amplio universo de las revueltas juveniles –intuitivas, conscientes o muy conscientes– del 68, corría por su voz aguardentosa.
Pero sobre todo busca a la vida y al hombre que es él mismo, en ese afanoso deseo de pasar al otro lado; de seguir las palabras de Brecht, recorriendo los “wisky-bares”, cumpliendo el deber de morir (“Canción de Alabama”).
O como con claridad él lo dice:

Días extraños nos encontraron
y a lo largo de sus extrañas horas
subsistimos solos
cuerpos confundidos
memorias maltratadas
Así recorremos el día
Hacia una extraña noche de piedra.
(“Días extraños”)

Claro que el anterior es sólo uno de sus inmejorables momentos; los siguientes endecasílabos pueden ser otro:

I woke up this morning and I got myself a beer
I woke up this morning and I got myself a beer
The future’s uncertain and the end is always near

Apenas desperté y fui a buscar una cerveza
Apenas desperté y fui a buscar una cerveza
El futuro es incierto y el fin está siempre cerca.
(“El blues del albergue sobre la carretera”)

Veamos otro ejemplo de la relación poética de Jim Morrison con el agua, la canción 

“La WASP”* (Radio Texas y el ritmo espeso”):

Quiero hablarte de Radio Texas y del ritmo espeso
Viene de los pantanos de Virginia
Tranquilo, lento, con dinero y decisión
Y una estrechez repelente y difícil de dominar

Algunos llaman a su brillo, celestial
Otros, lo mezquino y lamentable del sueño Occidental
Amo a los amigos que he reunido en esta balsa de latón
Hemos construido pirámides en honor de nuestra fuga
Esta es la tierra donde murió el Faraón

Los negros en el bosque, emplumados, brillantes
Dicen: “Olvida la noche
Vive con nosotros en los bosques de azur
Por aquí en el perímetro no hay estrellas
Aquí somos borrachos**, inmaculados”

¡Y escucha esto! Te hablaré de la angustia
Te hablaré de la angustia
Y de la pérdida de Dios
Te hablaré de la noche sin esperanza
Del escaso alimento que mi alma olvidó
Te hablaré de la virgen con alma de hierro forjado
¡Y te diré esto!: no habrá perdón para nosotros
No habrá recompensa eterna, por malgastar el alba

Te hablaré de Radio Texas y del ritmo espeso
Suavizado, lento y loco como un nuevo lenguaje

Ahora escucha, te hablaré de Texas
Te hablaré de Radio Texas
Te hablaré de la noche sin esperanza
Del huidizo sueño Occidental
Te hablaré de la virgen con alma de hierro forjado.


LA CELEBRACIÓN DEL LAGARTO

Leones en la calle y vagabundos
perros en celo, rabiosos, espumeantes
Una bestia atrapada en el corazón de la ciudad
El cuerpo de su madre se pudre en la tierra del verano

El huyó de la ciudad
Fue hacia el sur y cruzó la frontera
Dejó caos y desorden
detrás de sus hombros.

Una mañana despertó en un hotel verde
con una criatura extraña gimiendo a su lado.
Escurría sudor de su piel brillante.

¿Están todos dentro?
La ceremonia está por comenzar.

¡Despierta!

No puedes recordar dónde fue
¿Había terminado el sueño?

La serpiente era oro pálido
Vidriada y encogida.
Teníamos miedo de tocarla.
Las sábanas eran calientes prisiones de muerte.
Ahora, corre al espejo del baño,
¡Mira!
No puedo sobrevivir los lentos siglos en que se acerca
Dejo a mi mejilla resbalar
por el fresco y liso azulejo.
Siento la sangre: punzante y fría
las suaves y susurrantes serpientes de lluvia…

Una vez tuve un pequeño juego
Me gustaba arrastrarme hacia mi cerebro
Creo que sabes de qué hablo
Me refiero al juego llamado “enloquecer”.
Ahora te toca probarlo
No tienes más que cerrar los ojos y olvidar tu nombre.
Olvidar al mundo, olvidar a la gente
y erigiremos un campanario distinto.

Este jueguito es muy divertido.
Solo cierra los ojos, no hay pierde.
Yo estoy ahí y voy también.
Libera el control, la estamos haciendo.

Retrocedamos profundo dentro del cerebro,
hasta ahí donde no llega el dolor,
ahí donde no nos toca la lluvia.

Y la lluvia cae suavemente en la ciudad,
sobre nuestras cabezas.

Y debajo, en el laberinto de las corrientes
se advierte la quieta presencia sobrenatural
de los nerviosos habitantes de las colinas.
Abundan los reptiles en esos cerros suaves,
fósiles, cuevas, aire helado de las alturas.

Cada casa repite un patrón:
cortinas cerradas,
el carro de las bestias asegurado contra la mañana…
Todos duermen ahora.
Alfombras silenciosas, espejos vacíos,
polvo escondido bajo las camas de las parejas legales,
amortajadas en sus sábanas:
y de sus hijas presumidas
con ojos seminales en los pezones.
¡Espera!
Aquí ha habido una masacre.

No te detengas a hablar ni a mirar alrededor.
Tus guantes y tu abanico cayeron al suelo.
Estamos dejando la ciudad.
Huimos a la carrera.
Y tú eres quien yo deseo que venga.
No toques la tierra.
No veas el sol.
Nada queda por hacer, sino,
correr, correr, correr.
Corramos.

Una casa sobre la colina. 
La luna permanece quieta.
Las sombras de los árboles.
atestiguan la brisa salvaje.
Ven nena huye conmigo
Corramos
Corre conmigo
Corre conmigo
Corre conmigo
Escapemos

La mansión es cálida, en la punta de la colina.
Ricos son los cuartos y las comodidades ahí,
rojos los brazos de los lujosos sillones.
Pero no sabrás nada hasta que estés dentro.

El cadáver del presidente yace en el coche
del conductor.
El motor funciona con cola y brea.
¡Ven! no iremos muy lejos.
Al Éste, a conocer al Zar.

Corre conmigo, corre conmigo, corre conmigo.
Escapemos.

Algunos ilegales vivían en la orilla del lago.
La hija del predicador está enamorada de la víbora.
que vive en un hoyo junto a la carretera.
¡Despierta, niña! Estamos llegando a casa.

Sol, sol, sol.
Quema, quema, quema.

Luna, luna, luna
te atraparé.
¡Pronto!
¡Pronto!
¡Pronto!

Yo soy el Rey Lagarto
Y puedo hacerlo todo

Bajamos por ríos y carreteras.
Venimos de bosques y cataratas.
Descendimos desde
Carson y Springfield.
Bajamos desde el dominio de Phoenix.
Y puedo decirte los nombres del reino.
Puedo decirte
las cosas que sabes
atendiendo a una escritura llena de silencio,
escalando valles hacia la sombra

Yo soy el Rey Lagarto.
Puedo hacerlo todo.
Puedo hacer que la tierra deje de girar.
Yo hice desaparecer los coches de los azules

Por siete años he habitado
en el palacio perdido del exilio,
jugando juegos extraños
con las muchachas de la isla.
Ahora he vuelto
a la tierra de los hermosos, los fuertes y los sabios.
Hermanos y hermanas de la pálida selva
¡Oh!, criaturas de la noche
¿Quién de entre ustedes se unirá a la cacería?

Ya la noche llega con su legión púrpura.
Retírense a sus campamentos y a sus sueños.
Mañana entraremos a la ciudad de mi nacimiento,
¡Quiero estar listo!

(Letras de una composición teatral de los Doors)

EL FIN

Este es el fin, 
hermosa amiga.
Este es e1 fin, 
mi única amiga,
el fin,
de todo lo que permanece,
el fin,
ni seguridad ni sorpresa, el fin.
Nunca me miraré en tus ojos de nuevo.

Puedes imaginarte lo que vendrá,
tan ilimitado y libre.
Necesitando desesperadamente
de una mano extraña
en una tierra sin esperanza.

Perdido en un doloroso desierto romano,
Y todos los niños están locos;
todos los niños están locos
esperando la lluvia de verano.

Ahí está el peligro, al final del pueblo.
Viaja la carretera del rey, nena.
Escenas extrañas dentro de la mina de oro;
viaja la carretera al oeste, nena.

Monta la víbora.
Monta la víbora, hacia el lago.
El lago antiguo.
La víbora es larga…, siete millas.
Monta la víbora.
Es vieja… y su piel es fría.
El oeste es lo mejor.
El oeste es lo mejor;
vámonos de aquí y hagamos el resto.

El autobús azul nos llama,
el autobús azul está llamándonos
-¿Conductor, a dónde nos llevas?
El asesino despertó antes del alba,
se puso sus botas,
Tomó un busto de la galería de antiguallas
y caminó pasillo abajo.

Entró en el cuarto donde su hermana vivía
y…
Entonces fue a visitar a su hermano ‘
y él… siguió pasillo abajo.

Se acercó a una puerta,
miró hacia adentro,
-¿Padre?
-¿Sí, hijo?
-Quiero matarte. Madre… ¡quiero…
cogerte!

Ven, nena, date un chance con nosotros.
Ven, nena, date un chance con nosotros,
y encuéntrame hasta atrás del autobús azul.
Ven, sííí!

Este es el fin,
hermosa amiga. 
Este es el fin,
mi única amiga,
el fin.
Duele liberarte,
pero nunca me seguirás;
el fin de la risa y las mentiras suaves;
el fin de la noche en que tratamos de morir. 
Este
es
el fin.


(James Douglas Morrison/The Doors)

CUANDO LA MÚSICA TERMINE


Cuando la música termine
apaga la luz.
La música es tu amiga especial,
baila sobre el fuego como ella lo intenta.
Ella es tu única amiga,
hasta el final.

Cancela mi suscripción a la Resurrección,
manda mis credenciales a la Casa de Detención,
tengo algunos amigos ahí dentro.

El rostro en el espejo no se detendrá,
la niña en la ventana no caerá.
En una fiesta de amigos,
“¡ Viva!” ella gritó,
esperándome ¡Afuera!

Antes de hundirme
dentro del gran sueño,
quiero oír
el grito
de la mariposa.
Ven, nena,
regresa a mis brazos.

Nos estamos cansando de esperar,
de esperar por ahí
con la cabeza
agachada.

Escucho un sonido muy suave:
muy cercano, muy lejano,
muy dulce y muy nítido.
¿Qué le han hecho a la tierra?
¿Qué le han hecho a nuestra inmaculada hermana?
Arruinada y despojada,
la han rasgado y taladrado,
le han clavado cuchillos
en el costado del alba
y atado con cercas
y arrastrado hacia abajo.

Escucho un sonido muy suave
-pon tu oído en el suelo-
¡Queremos el mundo y lo queremos…¡¡ya!!!

¡Noche persa!
¡Sálvanos, Jesús, Sálvanos!

Pero cuando la música termine
apaga la luz.
La música es tu amiga especial,
baila sobre el fuego como ella lo intenta.

Ella es tu única amiga,
hasta el final,
hasta el final.
Hasta
el fin.


MUJER LOS ÁNGELES


Acabo de llegar a la ciudad hace apenas una hora
He echado una mirada, he visto que el viento sopla
Hacia las nenas, en sus búngalos hollywoodenses
¿Has tenido suerte, pequeña, en la ciudad de la luz?
¿O eres otro ángel caído? Ciudad de la noche
Ciudad de la noche, ciudad de la noche

Mujer Los Ángeles, mujer Los Ángeles
Mujer Los Ángeles, tarde de domingo
Manejo por tus suburbios
En tus tristezas, dentro de tu nostalgia
Hasta tu blues, blues, hasta tu blues, claro

Tu cabello se incendia
Tus colinas se llenan de fuego
Si te dicen que nunca te amé
Sabes que mienten
Penetro tus avenidas

Coches de policía y bares de tetas
Vagan por los callejones nocturnos 
Nunca vi a una mujer tan sola
Tan sola, tan sola
Hoteles, dinero, asesinato, locura
Carajo, ¿cuál es el motivo para estar alegres?

El señor Mojo se levanta
El señor Mojo se levanta

Bien, apenas llegué a la ciudad hace como una hora
He echado un ojo, he visto para dónde soplan los vientos
A dónde están las nenas en sus búngalos de Hollywood
¿Has tenido suerte, pequeña, en la ciudad de la luz?
¿O eres sólo otro ángel caído? Ciudad de la noche
Ciudad de la noche, ciudad de la noche
Mujer Los Ángeles, mujer Los Ángeles
Mujer Los Ángeles, eres mi mujer
Mujer Los Ángeles, mujer Los Ángeles
Vente Los Ángeles, ¡vente mujer Los Ángeles!



UNA PLEGARIA AMERICANA

¿Conoces la tibia marcha del progreso
bajo las estrellas?
¿Sabes que existimos? 
¿Olvidaste las llaves
del Reino?

¿Has nacido ya,
te encuentras vivo?
Reinventemos los dioses, todos los mitos
de los tiempos

Celebremos los símbolos de los más antiguos bosques

(¿Has olvidado las lecciones
de la antigua guerra?)

Nosotros necesitamos grandes cópulas doradas

Los padres cloquean en los árboles 
del bosque

Nuestra madre está muerta en el mar

Sabes que protagonizamos masacres
conducidos por apacibles almirantes
Y que gordos, torpes generales
voltean, obscenos, buscando sangre joven

Sabes que somos gobernados por la TV

La luna es una bestia de sangre seca

Las bandas mercenarias crecen
a la vuelta del siguiente viñedo verde

Amasándose para la guerra sobre inocentes
campesinos, quienes simplemente están muriendo

¡Oh! gran creador de la existencia

Concédenos una hora más
para ejecutar nuestro arte
y perfeccionar nuestras vidas

Las palomillas1 y los ateos son doblemente divinos
y agonizantes

Vivimos, morimos
Y la muerte no termina
Nuestro viaje cada vez más adentro de
la Pesadilla

Adheridos a la vida
flor de nuestra pasión
Adheridos a culos y pitos
por desesperación

Tuvimos nuestra última visión
como un rayo

Las construcciones de Colón 
están llenas de muerte verde

(Toqué su muslo
y la muerte me sonrió)

Nos hemos congregado dentro de este antiguo
e insensato teatro

A propagar nuestra codicia por la vida
y escapar de la hormigueante sabiduría
de las calles

Los graneros han sido arrasados

Las ventanas aseguradas

y sólo hay uno entre todos

Para bailar y salvarnos

Con el remedo divino
de las palabras

La música inflama el temperamento

(Cuando se les ha permitido vagar libres
a los verdaderos asesinos del Rey
un millar de Magos aparecieron
sobre la tierra)

Dónde están las fiestas
que nos prometieron?

¿Dónde esta el vino?
El Nuevo Vino
(muriendo en el viñedo)

Burla inherente

danos una hora para la magia

a nosotros, los del guante púrpura
a nosotros, los del vuelo estornino
y la hora aterciopelada

a nosotros, criados de placeres arábigos

a nosotros, los de la cúpula solar y la noche

Danos un credo

Algo en qué creer

Una noche de lujuria

Danos confianza en

la Noche

Danos color
cien matices
un rico mandala
para mí y para ti

y para tu casa
de sedas y cojines
una cabeza, sabiduría
y una cama

Turbio decreto

Burla inherente
te clamamos

Solíamos creer
en los buenos viejos tiempos

Seguimos recibiendo
en pequeñas dosis

Las Cosas de la Bondad

Y el ceño antideportivo

Olvida y concede

¿Sabes si la libertad existe
en un libro de escuela?

Sabes que la locura
carrerea nuestra prisión

Con jaulas, con cárceles

Con un remolino
blanco, libre y protestante
Estamos posados -despeñándonos­-
en el filo del tedio
Queremos alcanzar la muerte
en el cabo de una vela

Nos esforzamos por algo
que previamente nos encontró

Oh, estoy harto de dudas 

Vivo en la luz de la certeza

Y al sur

Nos liga la crueldad

Los sirvientes tienen el poder
hombres-perro con mujeres malvadas
cubren con pobres cobijas
a nuestros marinos

Estoy harto de las caras duras

Que me observan desde la torre 
de televisión. Quiero rosas
en mi glorieta-jardín, ¿sale?

Bebés reales, rubíes
deben remplazar a los extranjeros
 
Abortados en el barro

A estos mutantes, sangrante alimento
para la planta que aran
Esperan llevarnos
al jardín segregado

¿Sabes cuan pálida y desenfrenada
llega la muerte en una hora extraña
sin anuncio, sin que esté planeada
como una espantosa y superamigable invitada
que te llevas a la cama?
La muerte convierte en ángeles a todos
y nos pone alas
Suaves como garras de cuervo
donde teníamos los hombros

No más dinero, no más disfraces

Este otro Reino se parece mucho al mejor
hasta que su otra mejilla revela incesto
y se deja de obedecer a una ley vegetal

Yo no iré
Prefiero una Fiesta de Amigos
A la Gran Familia.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Pequeña antología de Joplin

DE NOCHE Y CON RAZÓN




Janis Joplin, antes que nada fue un ser humano. Una artista inédita, inusual que cimbró con su voz rasposa y dolorida la conciencia y el corazón de millones de personas. Fue una mujer que, no en teoría, sino en la práctica, impuso su libertad pese al costo que le significara. Cantó a la libertad y vivió libre como un ave frágil en una gran ciudad.
Su propia vida, su soplo vital que le permitía mover sus cuerdas vocales y cantar y que le impulsaba a bailar, pateando el piso para incitar a los asistentes a amotinarse, era el vehículo de protesta, el ariete de su malestar por el mundo.
Su sexualidad la esgrimía como un reto a las buenas y conservadoras conciencias norteamericanas (como la de su Texas nativo, que la expulsó). Sus excesos con el alcohol y alguna otra sustancia, eran también una denuncia. Como escribió la doctora Cecilia Conde:
“Janis supo vivir plenamente su situación y presentarse como una provocación permanente contra lo establecido y, sobre todo, contra la represión sexual. Los decentes la señalaban como sucia, drogadicta, alcohólica y ‘destrampada sexual’, y ella efectivamente lo era, aún más de lo que ellos pensaban. Permitir que la imaginación fluyera más allá de los diques de la ‘moral’, esto fue lo que ella representó y por esto era peligrosa e indecente. Fue como los travestis que no asumen pasivamente el papel que la sociedad les da, sino que lo desbordan, provocando así el escándalo, la envidia y, por supuesto, la soledad, tema recurrente de las canciones de Janis.”
"Aquí todo es soledad para mí…", dice en ese-rock rabeliano que canta y toca junto con los Big Brother and the Holding Company, “All is lonlyness”.
Soledad de quienes no se sujetan a las reglas sexuales establecidas, que exhiben abiertamente una sexualidad diferente:
“…Me decían: ‘Tan pronto crezcas y encuentres al hombre adecuado, o puedas acostarte con alguien de tu agrado, o consigas un poco de mota, verás que todo estará bien’ –cuenta Janis—; pero pasaron los años y finalmente me doy cuenta de que eso no está bien, de que nunca va a estarlo y que siempre, hagas lo que hagas, algo irá saliendo mal.” Y concluye la doctora Conde:
“¿Cómo fue –podría uno preguntarse—que la Sociedad y las Buenas Costumbres estadunidenses la ‘toleraron’? De hecho no lo hicieron. Quienes tenían la necesidad de Janis (y de toda esa generación de rocanroleros) eran los jóvenes destinados a preservar esa sociedad y esas buenas costumbres, los que serían enviados a Vietnam, los que tenían que construir la tecnología y el arte de un mundo agresivo, dominante y profundamente destructivo. Esa generación de jóvenes quería volverse hippie, contestataria, rebelde, sexualizada. Ellos mismos son los que, a casi veinte años de la muerte de Janis, han impedido que experiencias como la de ella sean anuladas o asimiladas.”

Verano

(Gorge Gershwin)

Tiempo de verano, tiempo, tiempo
Niño, la vida es fácil
Los peces saltan
y el algodón, dios,
está alto, dios, muy alto.

Tu papá es rico
y tu mamá es tan guapa, nene.
Ella se ve tan bien ahora, nene,
Shhhh!, nene, nene, nene, nene, nene,
no, no, no, no, no llores
¡No llores!

Una mañana de éstas
vas a despegar, a despegar cantando
Vas a desplegar tus alas
chico, y tomarás, tomarás el cielo
dios, el cielo.

Pero hasta esa mañana
cariño, n-n-nada te va a lastimar

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no
no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no
no, no, no, no, no, no, no, no, no...
No llores.


Pequeña niña triste


Siéntate aquí, hmm, cuenta tus dedos.
Qué más, qué más puedes hacer?
Oh yo sé cómo te sientes,
sé que te sientes acabada.
Oh ah ah ah siéntate, hmm, cuenta,
ah, cuenta tus deditos,
mi infeliz oh pequeña, pequeña niña triste, sí.

Oh, siéntate, oh cuenta las gotas de lluvia
oh, que sientes caer, oh cariño a tu alrededor.
Cariño, sabes que es tiempo,
siento que es tiempo,
que alguien te lo diga porque tienes que saberlo
que todo aquello con lo que cuentas,
oh, con lo que estés contando
es como esas gotas que sientes caer a tu alrededor,
esas que están cayendo, cariño, a tu alrededor.
Oh, sé que eres infeliz.

Oh siéntate ahí, ah vamos, vamos
y cuenta tus dedos
No sé qué más, qué más
cariño, tienes que hacer.
Y sé cómo te sientes,
y sé que no tienes ninguna razón para continuar
y sé que te sientes como si fueras...
Oh cariño, ven y siéntate,
quiero que cuentes, oh, cuentes tus dedos.
Ah mi infeliz, mi desafortunada
y mi pequeña, oh, niña triste
Sé que eres infeliz,
ooh ah, cariño lo sé
Nena sé exactamente cómo te sientes.

Miserable


He estado misereando
desde que mi papi se fue, sí.
He estado, cariño, en la miseria, sí así estoy, ahora,
siempre desde que mi, desde que mi papi se fue, se fue, se fue.
Pero creo que eso no,
nene, no será por mucho tiempo,
si tan sólo puedo retenerlo
Sí, entonces mi, tons mi miseria
Se habrá ido.

Oooa, digo que mis habitaciones, tú sabes,
están tan vacías, vacías, vacías, vacías.
Sólo llenas de tristeza, a veces, sí.
Mis cuartos están tan vacíos, vacíos, vacíos, vacíos.
llenos de tristeza, cariño, a veces, a veces.

Oh bien es sólo, sólo entras,
como se levanta la niebla;
y sólo me encuentro a mí, no te veo, nene,
por mis lágrimas.

Pero lo intento.
Sabes que lo intento.
Lloro, lloro, lloro, lloro, lloro,
nene, ahora, te he estado extrañando,
oh, te he estado extrañando, nene!

Sííí, y parece que me va a rebasar
mucho más de lo que debería ser.
Así, nene, ahora, ahora,
nene, ahora, ahora,
nene, dime por qué
¿tiene que ser
oh, tan malo para mí?

Nunca pensé que pudiera querer a alguien,
No, no, no, no lo hice, nunca lo pensé.
¿Por qué me siento tan rara?
oooaaah, yo nunca, nunca, nunca necesité a nadie, no, no.
Quizás tú puedas ayudarme
¿Por qué me siento así?

Sí, y tengo una gran,
tengo una cama tan grande,
con dos almohadas para la cabeza
hey, pero tengo que dormir sola, duermo sola.

Pero he tratado,
sabes que lo he intentado.
Llorado, llorado,
sabes cuánto he llorado.
Y, y nene, te he estado extrañando.

Trato,
sabes que lo intento.
Lloro.
Lloro, lloro, lloro, lloro,
Pero ahora, te he estado extrañando.

Trato,
sabes que lo intento
Lloro, lloro.
Sabes cómo he llorado.
Y, y nene, te he estado extrañando.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Pequeña antología de Hendrix

Garras virtuosas Jimi Hendrix


Los burócratas conservadores que pululan por la calle apuntan
su dedo plástico hacia mí. Desean muy pronto vernos claudicar, 
vernos morir; pero yo voy a ondear mi monstruosa bandera cada
vez más alto. He de morir cuando mi tiempo llegue, ¡así que
déjenme vivir de la forma en que quiero! ¡Sigue cantando,
hermano; sigue tocando, baterista!
J. Hendrix, de “If six was nine”




FICHA
Aún joven. Romántico de los heroicos y hermosos sesenta. Enamorado, fornicaba en público con su guitarra. Sus dedos, garras virtuosas, incrustaban piedras preciosas al tiempo que le acariciaban el cuerpo; con los dientes roía sus cuerdas más sensibles hasta alcanzar un estridente orgasmo en el aquelarre colectivo.
Recogía las cenizas de una sociedad cada vez más tecnologizada, más ruidosa y ajena al arte, al hombre, para construir con ellas castillos verdaderos, durables: para subvertir la fuente con una música agresiva, fuerte -rock/a golpeando sus cimientos-, que le supera en coloridos decibeles.
Su grito, el de su guitarra, nos deslizan por nuevos lugares, siempre por hacer y conocer. Nos elevan alto, incluso al riesgo de la vida.
Tal vez el momento hasta hoy más alto del rock, haya sido aquel en que Hendrix con su guitarra desliza pesadas, amargas, las notas del himno gringo, para desembocar entonando el estallido de las bombas sobre los campos vietnamitas, hasta hacer corear a los cientos de miles de estadounidenses reunidos en Woodstock -y muchos más-, la crítica de ese hecho insensato y participar así en su derrota.
Hendrix, el vocero de esa nueva mitología donde tritones y niños vudú coexisten con naves espaciales y vuelos imaginarios, fue ante todo un enamorado de la vida: “El amor a la vida es nuestro mejor amor”, pero nunca un desconocedor de la muerte. Con palabras y sin ellas, hay que decirlo, su música será infinita. Lo es.


PEQUEÑA ALA

Ella camina a través de las nubes,
con mente cirquera que corre salvaje.
Mariposas y cebras, rayos de luna y cuentos de hadas,
son las cosas en las que piensa siempre,
montando al viento.

Cuando estoy triste ella viene hacia mí,
y con mil sonrisas me libera:
“Está bien -me dice-, está bien;
toma todo lo que quieras de mí, cualquier cosa.”

Sigue volando pequeña ala.



NEBLINA PURPÚREA

Neblina purpúrea había en mi cerebro,
las cosas, ahora, no parecen las mismas.
Actúo divertido, aunque no se por qué,
dame chance, mientras beso el cielo.

Neblina purpúrea lo rodea todo,
no sé si subo o es que estoy bajando.
¿Estoy feliz o quizá en la miseria?
Sea lo que sea, esa chica me hechizó.
Neblina purpúrea llenaba mis ojos,
no sé si es de día o de noche.
Me has volado, me has volado la mente.

¿Será esto el mañana… o será el fin del tiempo?



HAS ESTADO ALGUNA VEZ(En la tierra de la dama eléctrica)

¿Has estado, has estado alguna vez en la tierra
de la dama eléctrica?
La alfombra mágica te espera,
no tardes.

Quiero mostrarte diferentes emociones.
Quiero llevarte entre los sonidos y las señales.
La  mujer eléctrica nos espera.
Es hora de tomar un paseo,
puedes dejar todas tus justificaciones
mientras volamos sobre este mar lleno de amor,
mira, alcanzo a ver la tierra del amor,
pronto entenderás.

Haz el amor, haz el amor, haz el amor.
El bien y el mal yacen juntos
mientras el amor eléctrico penetra el cielo.

Quiero mostrártelo.



DEBÍ HABER SIDO UN TRITÓN

Bravo, desperté del ayer,
sigo vivo aunque la guerra permanezca.
Por eso Catalina -mi amor- y yo
decidimos dar nuestro último paseo por el rumor del mar:
No para morir, sino para renacer,
lejos de tierras tan bombardeadas y devastadas.
Para siempre.

Todo es una porquería, es fácil verlo:
cada pulgada de tierra es un hormiguero en lucha.
Un lápiz gigante y un pintalabios delínean las cosas,
para que la lluvia continúe motivando alaridos de dolor.

El ártico pasa del azul plateado al rojo sangrante*
hasta que nuestros pies encuentren la arena y el mar.
Adelante.

Nuestros amigos no pueden estar hoy con nosotros, qué mal...
La máquina que construimos nunca podrá salvarnos
-eso es lo que dicen.
Por eso es que no vinieron hoy con nosotros.
Dicen todos: -es imposible para un hombre vivir
para siempre bajo el agua.-
Ese fue su principal argumento. 
Y también me echaron en cara:
-de cualquier manera, lo sabes muy bien,
sería ir en contra del deseo de dios
y de la gracia del rey.-

Mi chica y yo hacemos el amor en la arena,
para celebrar el último momento en tierra firme.
Nuestra nave ha hecho su trabajo, cumplió;
sin un rasguño en nuestros cuerpos nos despedimos.
Estrellas marinas y esponjas gigantes sonríen; nos reciben.
Antes de que nuestras cabezas se hundan

echamos una última mirada al ruido asesino.



NIÑO VUDÚ(fragmento)

La noche en que nací
juro que la luna se tornó fuego rojo

Los leones de la montaña me encontraron esperando
Me subieron en el lomo de un águila
Los leones de la montaña me encontraron
y me montaron al lomo de un águila
Ella me llevó más allá del infinito
y cuando me trajo de regreso
me dio el anillo de la bruja Venus
“Vuela, vuela”, me dijo

Te hago el amor mientras duermes
y el cielo sabe que no sientes dolor
Porque estoy a un millón de millas de distancia
y al mismo tiempo estoy justo ahí
dentro del marco de tu foto

porque soy un niño vudú.



ADELANTE

Hola mi amigo, estoy feliz de volver a verte
He estado tan solo, que por mí mismo no podría
hacerla

¿Has oído, nena, lo que los vientos arrastran?
Has oído: mucha gente se está juntando
La comunicación nos hace fuertes
E importa un bledo si tu cabello es corto o largo
Te invito: sal de tu tumba
Todo el mundo baila en las calles
Haz lo que sabes; pero no tardes
Pon en práctica lo que predicas
Porque es hora de que tú y yo
Encaremos la realidad
Olvida el pasado, niña
Las cosas no son como solían ser
Sigue adelante, sigue adelante

Tenemos que seguir hombro con hombro
Tenemos que estar juntos y organizados
Dicen: “el poder, a la gente”
Eso es lo que se grita
“Libertad de espíritu”
Pásalo, pásalo a jóvenes y viejos

Tienes que decir la verdad a los niños
No necesitan tal montón de mentiras
porque uno de estos días, nena
Tendrán que arreglárselas solos

Así que cuando les des amor
Mejor dáselos bien
Mujer, niño, esposos
El mejor amor es el amor a la vida


Hola amigos
Es bueno verlos de nuevo
Habiendo estado tan solo
Así no la haría
Sigamos empujando.

miércoles, 26 de abril de 2017

Mi vida con Gramsci


Como el cuadro “La noche estrellada” de Vincent Van Gogh o como la música de los Beatles (o las canciones-poemas de Jim Morrison, las desgarradas y emocionales de Janis Joplin, y muchas otras, desde Led Zeppelin hasta José Alfredo Jiménez cantado por Lucha Villa o Lola Beltrán), o las desventuras de Kafka y Dostoyewski, o los cocteles de camarones o los tacos al pastor… desde que atisbé a Antonio Gramsci nunca más salió de mi vida; como tampoco lo hicieron Einstein, Picasso, Bernardo Bertolluci, José José, Pepe Carvallo y Carlos Marx, por señalar algunos pocos ejemplos.
Como mi madre, siempre estuvieron por ahí; a veces sermoneándome, otras compadeciéndome, a veces reconfortándome, mas siempre mostrando caminos. Pero, los de Gramsci junto con los de Marx, y quizás los de Lennon, me dieron anclas para sobrevivir y, junto con el amor, alas para intentar vivir; formaron una especie de esponja que me posibilitaba seguir absorbiendo sentimientos, conocimiento, saber. Y ¿cuánto hay que saber? O mejor, ¡cuánto hay que saber!

A mediados del 73 ingresé a la Facultad de Ciencias de la UNAM y pocos meses después a la inconformidad estudiantil y por consecuencia, aunque no obligada, un año o dos más adelante al Partido Comunista Mexicano.
Para el 75-77 tomaba yo casi tantas materias en las facultades de Filosofía y Letras y de Economía como en la de Ciencias.
Asistí a varios seminarios de “El Capital”, tomé clases de Materialismo Histórico y Dialéctico (así se llamaron entonces) y con varios compañeros fundamos el Seminario “Ciencia y Sociedad” en nuestra facultad, con el apoyo de grandes estudiosos como Tomás Brody, Luis de la Peña, Ana María Cetto, Elí de Gortari, Enrique e Ilán Semo, y que luego coordinaron, por cierto, el exrector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Rosalío Wences Reza y el actual rector de la Universidad de la Ciudad de México, aquí presente, Manuel Pérez Rocha.
Sin embargo, fue hasta la aparición de la revista Socialismo, número 2, en la que el compañero Matatías y yo nos encontramos en un texto (creo que de Gerardo Unzueta) con el concepto “sociedad civil” --hoy de uso muy común, pero entonces, un enigma--, y que tomé la materia de “Filosofía política” con Carlos Pereira, que comencé a escuchar leves referencias al filósofo italiano.
La editorial del Partido Comunista Mexicano, Ediciones de Cultura Popular, si mi memoria no me engaña, publicó: Gramsci teórico de las superestructuras y El partido político en Gramsci; el primero, un ensayo sobre el intelectual orgánico de Jacques Texier, el segundo, algunos textos de los Cuadernos de la Cárcel de Antonio Gramsci, traducidos del italiano, relativos al partido político.
Ya interesado, no como académico sino como militante de izquierda, en el pensamiento del comunista italiano, encontré una edición de bolsillo de Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno, en el que pudimos resolver el enigma de la sociedad civil e interesarnos por otras ideas de Gramsci, como las de la “Correlación de fuerzas”. Nos toca, entonces, por unos meses encabezar la instalación de una escuela de cuadros del partido en el Valle de México, en la que Dora Kanoussi[1] y Javier Mena, entre otros, son entusiastas maestros. Recordemos que en ese entonces pertenecer al Partido Comunista era perseguido como delito en México; eran tiempos de la Guerra Sucia, en los que yo mismo fui secuestrado (pero esa es otra historia y como dice Laura Esquivel, tendrá que ser contada en otra parte).
Para ese entonces tomaba y daba seminarios sobre el Manifiesto comunista, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, y hasta sobre algunos capítulos de El Capital que emparentaban con el Por dónde empezar y el Qué hacer? de Lenin. También leíamos a Marcuse, a Cooper y a Basaglia, además de los manuales de física y matemáticas, entre muchos otros, y no dejaba de tratar de entender a mi guitarrista favorito: Jimy Hendrix y a los grupos Pink Floyd y King Crimson, pese a intentar ser asiduo de las peñas y del canto folklórico y contestatario latinoamericano. Pero, bueno, no se trata de mi biografía; sobre la intensidad de mi vida de entonces, son apuntes muy a la ligera.
En esos tiempos, por alguna razón premonitoria quizás, Dora Kanoussi me regaló El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce en la edición (supongo entonces muy reciente) de Juan Pablos, correspondiente a la italiana de Togliatti. Pese a que estudiaba prácticamente las obras de Marx y Engels, al mismo tiempo que las de Lennin; Gramsci se me hizo vicio. Por ese entonces, en materia de filosofía política Louis Althusser era la moda. El debate se deba entre estructuralistas y sus detractores.

Para finales del 78 y luego de haber paseado por una Europa muy desencantada, habiendo sustituido los estudios de las ciencias por los de la ciencia política, de regreso en México, ya inmerso en una juvenil adicción gramsciana, caigo en Puebla en los albores del 79 atraído como muchos otros por el proyecto de “Universidad democrática, crítica y popular”, que lideraban los comunistas bajo la rectoría del ingeniero Luis Rivera Terrazas.
Ahí encontré que habían llegado muchos intelectuales escapando de las hordas dictatoriales de otros países de América Latina. Argentina había tenido una muy interesante producción editorial: los “Cuadernos de pasado y presente” daban cuenta de debates muy actuales. Hay que recordar que no había Internet, vamos, ni fax ni fotocopiadoras… y traducir y editar un libro podía llevarse más de un par de años. En unos de esos Cuadernos, por ejemplo, me convencieron el humanismo y el historicismo de Gramsci frente al estructuralismo de Alhtusser o al determinismo estalinista.
Todos estos debates eran encaminados en Puebla por José Aricó, Óscar del Barco, el uruguayo Héctor Bruno, Juan Carlos Portantiero, Óscar Correas --en materia de derecho--, el chileno Jaime Massardo, el haitiano Gerard Pierre Charles y algunos otros, además de los profesores mexicanos. El debate en torno al Eurocomunismo hizo también circular muchas versiones variadas de los pensamientos europeos. La Escuela de Frankfort se mostraba como una de las mejor libradas.
Los Cuadernos de Filosofía y Letras (dirigidos por Óscar del Barco) y también, aunque en menor medida, la revista Crítica, órgano oficial de la Universidad Autónoma de Puebla, que elaboraban Humberto Sotelo y Ana María Magaldi, dan cuenta de algunos de estos debates.
Pero no es sino hasta la llegada de Javier Mena, en 1981, para contribuir a la fundación de la Escuela de Antropología que se sistematizan los estudios sobre Gramsci. Él inicia simultáneamente dos seminarios, uno, sobre Gramsci (para obtener la metodología de análisis, “los cánones de investigación histórica” y política) y el otro, sobre la formación económico-social mexicana (es decir, la historia de México, analizada desde esa perspectiva gramsciana, sumergiéndose profundamente en la historiografía).
Luego de un sabático de Javier Mena en Italia, en 1983, pasado junto con Dora Kanoussi y una vez familiarizado con el idioma de Antonio Gramsci, de la mano de la publicación en italiano de los Cuadernos de la Cárcel en la edición crítica del Instituto Gramsci, a cargo de Valentino Guerratana, tuvimos que desechar los viejos libros de la editorial Juan Pablos, que correspondían a la selección de Togliatti, para pasar a cotejar con el original en italiano. Este análisis y ordenamiento de los Cuadernos fue sin duda para nosotros un salto cuántico en los estudios gramscianos, mucho tiempo antes de ser editados en español.
Los analistas de Antonio Gramsci lo habían hecho pasar por ser considerado de varias maneras: el alumbrador del “intelectual orgánico”, el analista del “folklore y las culturas populares”, el “teórico de las superestructuras”, el “teórico del Estado, suma sociedad civil-sociedad política”, el del principio de “hegemonía”, que si es económica no puede no ser política y viceversa, y, por tanto, también ideológica
Apenas se vislumbraba el del “bloque histórico” entre estructura y superestructura; que también cobra cuerpo entre clases y grupos sociales.
El americanismo y la globalización quedaban para un poco más adelante.
Para entonces la vida había dado muchas vueltas. La izquierda universitaria en Puebla entraba en crisis por agobio económico del gobierno y por no tener la claridad suficiente de ver hacia dónde ir. El Partido Comunista –luego de una breve etapa legalizado-- dejaba de existir fusionado con otras fuerzas para dar origen al Frente Democrático Nacional, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, al que según las versiones de todos los partidos de oposición, incluyendo el de derecha, el PAN, hoy gobierno, le arrancaron el triunfo en 1988 mediante un fraude electoral. (Análisis que también incluye Gramsci libro 5, pág. 81)
Los seminarios, por cierto se llamaban “Talleres”, de Gramsci y de la Formación económico social mexicana, pasaron dos años de intensos trabajos y dieron por resultado una interpretación de la historia mexicana (en la que ese proceso de revolución restauración iniciado con las luchas de Independencia de 1810, con una nueva oleada revolucionaria dada por el movimiento de Reforma y los subsecuentes impulsos de la Revolución Mexicana y el Cardenismo, no había logrado aún el cambio civilizatorio completo, la reforma moral e intelectual que colocara a México a la par de las democracias capitalistas occidentales. En todas esas sacudidas las soluciones fueron gatopardistas (“Que todo cambie, para que todo siga igual”) en las que no triunfaron ni Hidalgo ni Morelos, ni Juárez ni Comomfort, ni Villa ni Zapata, sino la restauración imperial, el Porfiriato y la Revolución Institucionalizada o el Partido de Estado).
El Taller sobre Gramsci, logró en algo difundir su pensamiento entre los grupos de alumnos que lo cursaron y, de rebote, tocó a otros maestros. Se analizaron sus obras y las de algunos de los especialistas en ella, como Guisseppe Vacca.
Ahí concluimos en la dificultad de esquematizar o manualizar el pensamiento tan concreto, es decir, sistémico, que pasaba de la economía a la política y a la filosofía (se “traducía”; es decir, un significado económico, tenía también un significado político e incluso un significado filosófico y viceversa –pero no de manera mecánica--); esto en sus interconexiones momentáneas, según el análisis de situaciones históricas concretas (y también políticas, entendidas éstas como historia en acto).
El análisis de los procesos reales de Revolución, de sustitución de una civilización por otra, construida sobre nuevos principios hegemónicos, como la Revolución francesa (la clásica), el Risorgimiento italiano, la llamada vía jünker de los alemanes y la Revolución industrial inglesa, con sus oleadas revolución-restauración, que tardaron más de un siglo en conseguir sus objetivos, financiados en gran medida con el saqueo de las colonias en África, Asia, América Latina, etcétera. (Gramsci continuamente recuerda las palabras de Engels: “Ninguna sociedad puede plantearse objetivos que no esté lista para resolver”).
Para este esfuerzo ya se había aunado con decisión la revista Dialéctica, de la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla, con el trabajo de codirección del filósofo Gabriel Vargas Lozano, quien contribuyó con entusiasmo intelectual al debate y la divulgación del pensamiento gramsciano.
Parte de los estudios realizados quedaron plasmados en dos libros muy interesantes: El concepto de Revolución pasiva en Gramsci, de Dora Kanoussi (quien es profesora visitante en la BUAP) y Javier Mena (el titular de la materia). Y Gramsci y la Revolución francesa (textos de los Cuadernos de la cárcel, seleccionados y traducidos por Mena, con motivo del bicentenario de la revolución más clásica y mejor estudiada históricamente, la francesa).
En el primero, en términos teóricos, en el segundo, en tanto constatación histórica, se ponen en movimiento el conjunto de los conceptos planteados en la concepción gramsciana: Revolución-restauración; dialéctica de Estructura y superestructura y su síntesis superior: el Bloque histórico; lucha de clases y Hegemonía; dialéctica sociedad política-sociedad civil, igual a Estado; intelectuales, transformismo, intelectuales orgánicos, ideologías… Revolución cultural, Reforma moral-intelectual, Cambio civilizatorio.
Luego comenzó la larga tarea de publicar los seis volúmenes de los Cuadernos de la cárcel en la versión del Instituto Gramsci, encabezados por Valentino Gerratana, en español, la cual según solapas arrancó en 1981 y se completó hasta 1999-2000, gracias al empuje de Dora Kanoussi y a la colaboración de mucha gente, en especial a los sellos editoriales de la Universidad Autónoma de Puebla y la editorial ERA y especialmente a la sección mexicana del Instituto Gramsci.
Dos libros más habrían de sumarse, en ayuda al conocimiento de Gramsci el hombre y de su obra: la biografía de Antonio Gramsci, de Guisseppe Fiori y las Cartas desde la cárcel (2003), que fueron publicados con la colaboración de las instituciones señaladas.
Por mi parte, como ya expliqué al inicio, hace poco más de 15 años me metí a la chinga de iniciar un periódico que fuera ético, plural y democrático todavía en tiempos del Estado de partido único, de PRI-gobierno y, en Puebla, bastión de una prensa sometida, así que sólo he mantenido desde entonces relación mínima con las aulas, dando conferencias esporádicas, coordinando talleres de periodismo y talleres literarios, de los que han salido por cierto buenos reporteros y excelentes novelas y libros de cuentos y poemas.
Así que, insisto, no consideren ésta como una intervención académica, sino, en el mejor de los casos, como una muestra de cómo en lo individual puede uno, y lo debe, cambiar los principios éticos y políticos y --no sin sacrificios claro, o mejor, sin aparentes sacrificios--, actuar coherentemente con ellos.
Este es un mensaje para los jóvenes estudiantes: no se vendan.
No hagan locuras dogmáticas e irracionales, no dejen de hacer lo que les gusta (mientras no dañen a nadie, ni pasen por encima de los derechos de otros); pero no se vendan.



DORA KANOUSSI
Dora Kanoussi nació en Grecia. Es antropóloga y estudiosa de Antonio Gramsci así como del feminismo teórico. Actualmente trabaja como investigadora en el posgrado del Instituto de Ciencias y Humanidades de Puebla, México.
Es autora de numerosos libros y artículos sobre la vida y obra de Antonio Gramsci, y ha sido invitada a congresos celebrados en diversos países. Es una de las mayores expertas a nivel mundial sobre la figura del pensador italiano.
Algunos de sus libros (la mayoría publicados por la BUAP y Plaza y Valdés) Notas sobre el maquiavelismo contemporáneo; Una introduccion a los Cuadernos de la cárcel; Subjetividad y cultura 17; La crisis en el mundo de hoy; Gramsci en Río de Janeiro; Estudios gramscianos hoy; Gramsci en América.