viernes, 8 de diciembre de 2017

Pequeña antología de Lennon

JOHN LENNON ¿UN TÓTEM?






“Hagan tótem de su chingada madre...”, respondía José Revueltas a quienes requerían su nombre más que su literatura o su ingenio. Había dedicado su vida, al menos como escritor, a derribar mitos; y no se trataba simplemente del absurdo deseo de ser iconoclasta. Los mitos eran para él perjudiciales: desde el estalinismo encarnado en el personaje Esteban, el comunista de Los días terrenales, hasta ese Dios terrible y cruel que sólo existe -esto es obvio- en la tierra, debido a la carga pasiva y afanosamente supeditada que inducían éstos en la gente.
No es el caso de John Lennon, o al menos debemos luchar porque no sea así: que no se haga de él un santo a quien llevarle veladoras, en quien depositar la voluntad en espera de los cambios que no nos hemos atrevido a impulsar con decisión.
Recuperamos la figura de Lennon al igual que la de Revueltas, precisamente por esa hacha revolucionaria con la que derribaron mitos. Recuperamos su música con deleite, sí, esto es lo fundamental; pero también recuperamos sus palabras: Demos una oportunidad a la paz; La mujer es el negro del mundo; Dios es un concepto; Dame algo de verdad; El poder a la gente, millones de obreros trabajan por nada, deberías darles lo que realmente les pertenece... Imagina que no hay cielo ni infierno bajo nosotros, imagina a toda la gente viviendo para el hoy, no hay países, nada por qué matar o morir, tampoco por las religiones, imagina a toda la gente viviendo su vida en paz, imagina que no hay posesiones, no habrá necesidad para la avaricia ni el hambre, imagina a toda la gente compartiendo el mundo... Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero que un día te nos unas y hagamos un mundo para todos.
Derribemos al mito, retomemos los hechos, la voz.


John Lennon, un homenaje


En el cruce de los siglos, el 8 de diciembre del 2000, cuando nos reunimos para hacer este homenaje a John Lennon vislumbrábamos un mundo en el que los derechos humanos podrían llegar a todos sus habitantes: norteños o sureños, occidentales u orientales, negros o blancos, indígenas campiranos o aborígenes de las urbes...; a todos insisto: mujeres, niños, ancianos; no sólo a los hombres primermundistas que tuvieran trabajo fijo y salario digno...
El inicio de este siglo y del milenio nos azotó la puerta en las narices: terror, guerra: aviones usados como misiles, misiles contra los aviones y contra los pueblos; rencores, odios, fundamentalismo, intolerancia, mercado, dinero...
Tales horrores redimensionan el mensaje de Lennon: la posibilidad de un mundo de iguales, para ser compartido; un mundo en el que ninguna razón, ninguna creencia, ninguna idea convoquen a matar o a hacerse matar: ni religiones, ni fronteras, erradicar que alguien pueda morir por hambre o explotación.
Sustituir al ser humano por el ser hermano, construir un mundo para todos, del que todos disfrutemos. Sin fronteras a la diferencia, al otro; respetándole su cultura —en tanto él como nosotros respete los derechos humanos de los demás—, ése es el legado siempre actual de John Lennon, y lo resume en uno de los más grandes cánticos del siglo XX, resumen de heroicos (y derrotados) años 60:

IMAGINA


Imagina que no existe el paraíso
—inténtalo, no es difícil—
sin infierno bajo nuestros pies
y encima, sólo nubes, cielo

Imagina a toda la gente
viviendo el aquí y el ahora (ah, ja, ja ajá)

Imagina que no hay patrias
—no cuesta trabajo hacerlo—
nada por qué matar o dejarse morir
ni siquiera por las religiones

Imagina a toda la gente
viviendo su vida en paz (ah, ja, ja ajá)

Dirás que soy un soñador
pero no soy el único
espero que te nos unas
para construir un mundo diferente

Imagina que no hay posesiones
—sé que puedes hacerlo—
sin necesidad de acumular ni de pasar hambre
La hermandad de la humanidad

Imagina que todos, todos
pudiéramos compartir el mundo

Dirás que soy un soñador
pero no soy el único
espero que te nos unas
y hagamos un mundo para todos.

...Ya imaginaste ese nuevo planeta, ahora vamos a construirlo, ¿no?; comencemos por conquistar la paz hoy machacada por los señores que aquí y allá se regodean con la guerra...


Lennon, habitante de un mundo para todos


Volviendo la vista al siglo que hoy termina puede verse antes que nada un cúmulo inmenso de desarrollos tecnológicos: el tránsito de la sociedad que se movía en carruajes a la que circula hoy en las supercarreteras de la red.
Las ciudades se masificaron; crecieron los satisfactores de consumo, mas no la claridad para comprenderlos. El hambre y el descontento (particularmente de los jóvenes, sector sensible a la ausencia de futuro) también crecieron.
La sociedad perdió la brújula. Las enfermedades de la sociedad de consumo comenzaron a privar: depresión, afecciones cardiacas, obesidad y su hermana la anorexia, narcotización, tabaquismo y otros ismos, sida, y un vasto etcétera.
¿Y los valores?
Comenzamos a clonar seres antes de preguntarnos si esto es en bien del ser humano o no. Nos metemos en la casa del vecino por la red sin su consentimiento. El Estado al tiempo que adelgaza en su procuración de bienestar sofistica su capacidad de vigilancia; a veces se alía con el crimen y combate con más denuedo al pensamiento libre, que a las conductas antisociales.
¿Y los valores?
Más de dos mil años hubimos de andar por los caminos para aprender a que tenemos que tolerar, a respetar al otro lo que queremos que se nos respete a nosotros mismos, a defender los derechos de los otros, mujeres y hombres.
Los conceptos de hombre, democracia, derechos humanos, ciudadano, los heredamos de la Revolución Francesa; pero ésta cumplió ya más de 200 años. Hoy es necesario fundar un nuevo concepto para todos los seres que habitamos la tierra. Una nueva forma de englobar a los que hasta hoy en su diferencia han sido disminuidos: los pobres, los aborígenes, los desvalidos, los niños, los ancianos, las mujeres. Se requiere de un nuevo concepto en el cual subyagan los mismos derechos humanos para todos, aún conservando las diferencias (de sexo, de raza, de religión, de habilidades), un concepto que por lo pronto no sea sexista como el de: hombre.
Mirando al siglo que hoy fenece, podemos ver que nuestros filósofos hicieron grandes obras del espíritu, en la ciencia, muchas de ellas en la plástica, en el cine, en la música, en la literatura y no tanto en los campos poco fértiles de la reflexión filosófica.
Los pensamientos más libertarios como los de dirimir en paz los conflictos, quitar las ataduras que impedían amarse; la igualdad, la conservación de la naturaleza, el fin a la opresión de las mujeres... confluyeron por primera vez en mucha gente a lo largo y a lo ancho del mundo a finales de los sesenta (entre 59 con la revolución cubana, pasando por el mundial 68, hasta 73 con el golpe militar en Chile, por ponerle algunas acotaciones un tanto arbitrarias cuando el sueño terminó). Los filósofos se armaron de guitarras, de poesía y se lanzaron al mundo.
Uno de ellos, sin duda símbolo de la década que marcó al siglo que hoy termina fue John Lennon. En él se condensan los mejores mensajes de tantos y tantos jóvenes de todo el orbe, que sólo buscaron realizarse en el trabajo y con sus seres queridos, con honestidad y sin marginarse de la obra del hombre, es decir, de la cultura.
Primero con los Beatles abanderó la revolución musical (y conductual) del siglo XX. Luego, como solista dio continuidad a la búsqueda de un nuevo mundo: “el país conceptual llamado Locutopía”, el cual carecía de fronteras, de Estado y del que las personas adquirían ciudadanía sólo por así desearlo.
Su papel, de alguna manera encierra y proyecta los mejores años del siglo pasado: los sesenta. Nuestra ciudad, que hoy posee monumentos y plazas dedicadas al francés Víctor Hugo, al alemán Alexander von Humboldt, no quedaría completa sin el inglés, habitante de un mundo para todos: John Lennon.
De ahí que hace 20 años un grupo de poblanos le hiciera un homenaje y nombrara al costado del edificio Carolino (en el Centro Histórico de Puebla): “Plaza John Lennon”, como se le ha conocido desde entonces; propuesta que este año se oficializó:


LA VIDA ES REAL


 (canción para John Lennon)                                                          
Mercury-Queen                                                          


La culpa mancha mi almohada
Sangre en mis terrazas
Dorsos en el clóset
Sombras de mi pasado -La vida es real
La vida es real, la vida es real, tan real
Dormir es mi ocio
Despierto en un campo minado
El sueño es justamente una bóveda de placer
El amor un disco de ruleta -La vida es real
La vida es real, la vida es real, oh sí
El éxito es mi descanso
Yo mismo lo conseguí
Yo le pondré precio
Y lo haré efectivo
Lo puedo tomar o dejar
La soledad es mi escondite
Me amamanto solo
Qué más puedo decir
Me he tragado la píldora amarga
La puedo gustar
La vida es real, la vida es real, la vida es real
La música será mi amante
Amando como puta
Lennon es un genio
Viviendo poro por poro -La vida es real
La vida es real, la vida es real, tan real
La vida es cruel
La vida es una puta
La vida es real, tan real


LA MUJER ES EL NEGRO DEL MUNDO


John Lennon                                                          

La mujer es el negro del mundo
Sí lo es piénsalo
La mujer es el negro del mundo
Piénsalo haz algo al respecto
La obligamos a pintarse la cara
y a bailar
Si ella no fuera una esclava
diríamos que no ama
Si es real decimos
que está tratando de ser un hombre
Mientras la degradamos fingimos
que ella es superior

La mujer es el negro del mundo
Sí lo es, si no lo crees echa un vistazo
a quien está contigo
La mujer es el esclavo de los esclavos
Oh sí mejor grítalo, sí


La hacemos parir y criar a nuestros hijos
entonces la abandonamos
porque se ha convertido en una vieja
y gorda madre gallina
Le decimos que el hogar es el único sitio
donde debe estar
Y luego nos quejamos de que ella es
demasiado celestial para ser nuestra amiga


La mujer es el negro del mundo
Sí lo es, si no lo crees echa un vistazo
a quien está contigo
La mujer es la esclava de los esclavos

La insultamos a diario por la TV
y preguntamos por qué no tiene agallas
ni confianza
Cuando es joven le matamos
su voluntad por ser libre
Mientras le decimos que no sea tan astuta
la humillamos por ser tan torpe

La mujer es el negro del mundo
Sí lo es, si no lo crees echa un vistazo
a quien está contigo
La mujer es el esclavo de los esclavos
Oh sí, mejor grítalo, sí.

Pequeña antología de Morrison

LA CONMEMORACIÓN DEL LAGARTO


Jim Morrison, in memoriam



Días extraños


Todo es movimiento a ciegas, la vida es algo perdido entre las cosas. Difícil es encontrarla en un mundo que ha puesto altares a los objetos -y además precio-. Está sepultada por cajas y envolturas, por motores y anuncios deslumbrantes, por cosas que fundamentan el poder, que vuelven a las personas cosas, envases desechables.
La belleza niega ese mundo, levanta su mano áspera y provoca el deseo de transformarlo. Más aún cuando la belleza se acompaña de un verbo claro. Jim Morrison busca al hombre en el ambiente, cuando canta a la tierra lacerada (“Cuando la música termine”). Lo busca, cuando enfrenta el número a las armas (“Cinco a uno”). También cuando a ella le susurra: “estás encerrada en la cárcel de tu propia consigna. Rápido, vuela lejos” (“Niña infeliz”). Es el alcohólico del albergue de la carretera que protesta contra las dictaduras y la participación yanqui en éstas (“Una plegaria americana”). Es el profeta del apocalipsis urbano (“Mujer de Los Ángeles” y “La celebración del lagarto”)…
También busca a la vida en ese rito de lagarto que preña sus rescoldos; en esa alternancia del placer con el cual enfrenta cotidianamente al poder. Su política sexual, como la de Janis, es una bofetada en el rostro de la frigidez americana, una patada en el enmohecido miembro del mundo consumista.
Obviamente el amplio universo de las revueltas juveniles –intuitivas, conscientes o muy conscientes– del 68, corría por su voz aguardentosa.
Pero sobre todo busca a la vida y al hombre que es él mismo, en ese afanoso deseo de pasar al otro lado; de seguir las palabras de Brecht, recorriendo los “wisky-bares”, cumpliendo el deber de morir (“Canción de Alabama”).
O como con claridad él lo dice:

Días extraños nos encontraron
y a lo largo de sus extrañas horas
subsistimos solos
cuerpos confundidos
memorias maltratadas
Así recorremos el día
Hacia una extraña noche de piedra.
(“Días extraños”)

Claro que el anterior es sólo uno de sus inmejorables momentos; los siguientes endecasílabos pueden ser otro:

I woke up this morning and I got myself a beer
I woke up this morning and I got myself a beer
The future’s uncertain and the end is always near

Apenas desperté y fui a buscar una cerveza
Apenas desperté y fui a buscar una cerveza
El futuro es incierto y el fin está siempre cerca.
(“El blues del albergue sobre la carretera”)

Veamos otro ejemplo de la relación poética de Jim Morrison con el agua, la canción 

“La WASP”* (Radio Texas y el ritmo espeso”):

Quiero hablarte de Radio Texas y del ritmo espeso
Viene de los pantanos de Virginia
Tranquilo, lento, con dinero y decisión
Y una estrechez repelente y difícil de dominar

Algunos llaman a su brillo, celestial
Otros, lo mezquino y lamentable del sueño Occidental
Amo a los amigos que he reunido en esta balsa de latón
Hemos construido pirámides en honor de nuestra fuga
Esta es la tierra donde murió el Faraón

Los negros en el bosque, emplumados, brillantes
Dicen: “Olvida la noche
Vive con nosotros en los bosques de azur
Por aquí en el perímetro no hay estrellas
Aquí somos borrachos**, inmaculados”

¡Y escucha esto! Te hablaré de la angustia
Te hablaré de la angustia
Y de la pérdida de Dios
Te hablaré de la noche sin esperanza
Del escaso alimento que mi alma olvidó
Te hablaré de la virgen con alma de hierro forjado
¡Y te diré esto!: no habrá perdón para nosotros
No habrá recompensa eterna, por malgastar el alba

Te hablaré de Radio Texas y del ritmo espeso
Suavizado, lento y loco como un nuevo lenguaje

Ahora escucha, te hablaré de Texas
Te hablaré de Radio Texas
Te hablaré de la noche sin esperanza
Del huidizo sueño Occidental
Te hablaré de la virgen con alma de hierro forjado.


LA CELEBRACIÓN DEL LAGARTO

Leones en la calle y vagabundos
perros en celo, rabiosos, espumeantes
Una bestia atrapada en el corazón de la ciudad
El cuerpo de su madre se pudre en la tierra del verano

El huyó de la ciudad
Fue hacia el sur y cruzó la frontera
Dejó caos y desorden
detrás de sus hombros.

Una mañana despertó en un hotel verde
con una criatura extraña gimiendo a su lado.
Escurría sudor de su piel brillante.

¿Están todos dentro?
La ceremonia está por comenzar.

¡Despierta!

No puedes recordar dónde fue
¿Había terminado el sueño?

La serpiente era oro pálido
Vidriada y encogida.
Teníamos miedo de tocarla.
Las sábanas eran calientes prisiones de muerte.
Ahora, corre al espejo del baño,
¡Mira!
No puedo sobrevivir los lentos siglos en que se acerca
Dejo a mi mejilla resbalar
por el fresco y liso azulejo.
Siento la sangre: punzante y fría
las suaves y susurrantes serpientes de lluvia…

Una vez tuve un pequeño juego
Me gustaba arrastrarme hacia mi cerebro
Creo que sabes de qué hablo
Me refiero al juego llamado “enloquecer”.
Ahora te toca probarlo
No tienes más que cerrar los ojos y olvidar tu nombre.
Olvidar al mundo, olvidar a la gente
y erigiremos un campanario distinto.

Este jueguito es muy divertido.
Solo cierra los ojos, no hay pierde.
Yo estoy ahí y voy también.
Libera el control, la estamos haciendo.

Retrocedamos profundo dentro del cerebro,
hasta ahí donde no llega el dolor,
ahí donde no nos toca la lluvia.

Y la lluvia cae suavemente en la ciudad,
sobre nuestras cabezas.

Y debajo, en el laberinto de las corrientes
se advierte la quieta presencia sobrenatural
de los nerviosos habitantes de las colinas.
Abundan los reptiles en esos cerros suaves,
fósiles, cuevas, aire helado de las alturas.

Cada casa repite un patrón:
cortinas cerradas,
el carro de las bestias asegurado contra la mañana…
Todos duermen ahora.
Alfombras silenciosas, espejos vacíos,
polvo escondido bajo las camas de las parejas legales,
amortajadas en sus sábanas:
y de sus hijas presumidas
con ojos seminales en los pezones.
¡Espera!
Aquí ha habido una masacre.

No te detengas a hablar ni a mirar alrededor.
Tus guantes y tu abanico cayeron al suelo.
Estamos dejando la ciudad.
Huimos a la carrera.
Y tú eres quien yo deseo que venga.
No toques la tierra.
No veas el sol.
Nada queda por hacer, sino,
correr, correr, correr.
Corramos.

Una casa sobre la colina. 
La luna permanece quieta.
Las sombras de los árboles.
atestiguan la brisa salvaje.
Ven nena huye conmigo
Corramos
Corre conmigo
Corre conmigo
Corre conmigo
Escapemos

La mansión es cálida, en la punta de la colina.
Ricos son los cuartos y las comodidades ahí,
rojos los brazos de los lujosos sillones.
Pero no sabrás nada hasta que estés dentro.

El cadáver del presidente yace en el coche
del conductor.
El motor funciona con cola y brea.
¡Ven! no iremos muy lejos.
Al Éste, a conocer al Zar.

Corre conmigo, corre conmigo, corre conmigo.
Escapemos.

Algunos ilegales vivían en la orilla del lago.
La hija del predicador está enamorada de la víbora.
que vive en un hoyo junto a la carretera.
¡Despierta, niña! Estamos llegando a casa.

Sol, sol, sol.
Quema, quema, quema.

Luna, luna, luna
te atraparé.
¡Pronto!
¡Pronto!
¡Pronto!

Yo soy el Rey Lagarto
Y puedo hacerlo todo

Bajamos por ríos y carreteras.
Venimos de bosques y cataratas.
Descendimos desde
Carson y Springfield.
Bajamos desde el dominio de Phoenix.
Y puedo decirte los nombres del reino.
Puedo decirte
las cosas que sabes
atendiendo a una escritura llena de silencio,
escalando valles hacia la sombra

Yo soy el Rey Lagarto.
Puedo hacerlo todo.
Puedo hacer que la tierra deje de girar.
Yo hice desaparecer los coches de los azules

Por siete años he habitado
en el palacio perdido del exilio,
jugando juegos extraños
con las muchachas de la isla.
Ahora he vuelto
a la tierra de los hermosos, los fuertes y los sabios.
Hermanos y hermanas de la pálida selva
¡Oh!, criaturas de la noche
¿Quién de entre ustedes se unirá a la cacería?

Ya la noche llega con su legión púrpura.
Retírense a sus campamentos y a sus sueños.
Mañana entraremos a la ciudad de mi nacimiento,
¡Quiero estar listo!

(Letras de una composición teatral de los Doors)

EL FIN

Este es el fin, 
hermosa amiga.
Este es e1 fin, 
mi única amiga,
el fin,
de todo lo que permanece,
el fin,
ni seguridad ni sorpresa, el fin.
Nunca me miraré en tus ojos de nuevo.

Puedes imaginarte lo que vendrá,
tan ilimitado y libre.
Necesitando desesperadamente
de una mano extraña
en una tierra sin esperanza.

Perdido en un doloroso desierto romano,
Y todos los niños están locos;
todos los niños están locos
esperando la lluvia de verano.

Ahí está el peligro, al final del pueblo.
Viaja la carretera del rey, nena.
Escenas extrañas dentro de la mina de oro;
viaja la carretera al oeste, nena.

Monta la víbora.
Monta la víbora, hacia el lago.
El lago antiguo.
La víbora es larga…, siete millas.
Monta la víbora.
Es vieja… y su piel es fría.
El oeste es lo mejor.
El oeste es lo mejor;
vámonos de aquí y hagamos el resto.

El autobús azul nos llama,
el autobús azul está llamándonos
-¿Conductor, a dónde nos llevas?
El asesino despertó antes del alba,
se puso sus botas,
Tomó un busto de la galería de antiguallas
y caminó pasillo abajo.

Entró en el cuarto donde su hermana vivía
y…
Entonces fue a visitar a su hermano ‘
y él… siguió pasillo abajo.

Se acercó a una puerta,
miró hacia adentro,
-¿Padre?
-¿Sí, hijo?
-Quiero matarte. Madre… ¡quiero…
cogerte!

Ven, nena, date un chance con nosotros.
Ven, nena, date un chance con nosotros,
y encuéntrame hasta atrás del autobús azul.
Ven, sííí!

Este es el fin,
hermosa amiga. 
Este es el fin,
mi única amiga,
el fin.
Duele liberarte,
pero nunca me seguirás;
el fin de la risa y las mentiras suaves;
el fin de la noche en que tratamos de morir. 
Este
es
el fin.


(James Douglas Morrison/The Doors)

CUANDO LA MÚSICA TERMINE


Cuando la música termine
apaga la luz.
La música es tu amiga especial,
baila sobre el fuego como ella lo intenta.
Ella es tu única amiga,
hasta el final.

Cancela mi suscripción a la Resurrección,
manda mis credenciales a la Casa de Detención,
tengo algunos amigos ahí dentro.

El rostro en el espejo no se detendrá,
la niña en la ventana no caerá.
En una fiesta de amigos,
“¡ Viva!” ella gritó,
esperándome ¡Afuera!

Antes de hundirme
dentro del gran sueño,
quiero oír
el grito
de la mariposa.
Ven, nena,
regresa a mis brazos.

Nos estamos cansando de esperar,
de esperar por ahí
con la cabeza
agachada.

Escucho un sonido muy suave:
muy cercano, muy lejano,
muy dulce y muy nítido.
¿Qué le han hecho a la tierra?
¿Qué le han hecho a nuestra inmaculada hermana?
Arruinada y despojada,
la han rasgado y taladrado,
le han clavado cuchillos
en el costado del alba
y atado con cercas
y arrastrado hacia abajo.

Escucho un sonido muy suave
-pon tu oído en el suelo-
¡Queremos el mundo y lo queremos…¡¡ya!!!

¡Noche persa!
¡Sálvanos, Jesús, Sálvanos!

Pero cuando la música termine
apaga la luz.
La música es tu amiga especial,
baila sobre el fuego como ella lo intenta.

Ella es tu única amiga,
hasta el final,
hasta el final.
Hasta
el fin.


MUJER LOS ÁNGELES


Acabo de llegar a la ciudad hace apenas una hora
He echado una mirada, he visto que el viento sopla
Hacia las nenas, en sus búngalos hollywoodenses
¿Has tenido suerte, pequeña, en la ciudad de la luz?
¿O eres otro ángel caído? Ciudad de la noche
Ciudad de la noche, ciudad de la noche

Mujer Los Ángeles, mujer Los Ángeles
Mujer Los Ángeles, tarde de domingo
Manejo por tus suburbios
En tus tristezas, dentro de tu nostalgia
Hasta tu blues, blues, hasta tu blues, claro

Tu cabello se incendia
Tus colinas se llenan de fuego
Si te dicen que nunca te amé
Sabes que mienten
Penetro tus avenidas

Coches de policía y bares de tetas
Vagan por los callejones nocturnos 
Nunca vi a una mujer tan sola
Tan sola, tan sola
Hoteles, dinero, asesinato, locura
Carajo, ¿cuál es el motivo para estar alegres?

El señor Mojo se levanta
El señor Mojo se levanta

Bien, apenas llegué a la ciudad hace como una hora
He echado un ojo, he visto para dónde soplan los vientos
A dónde están las nenas en sus búngalos de Hollywood
¿Has tenido suerte, pequeña, en la ciudad de la luz?
¿O eres sólo otro ángel caído? Ciudad de la noche
Ciudad de la noche, ciudad de la noche
Mujer Los Ángeles, mujer Los Ángeles
Mujer Los Ángeles, eres mi mujer
Mujer Los Ángeles, mujer Los Ángeles
Vente Los Ángeles, ¡vente mujer Los Ángeles!



UNA PLEGARIA AMERICANA

¿Conoces la tibia marcha del progreso
bajo las estrellas?
¿Sabes que existimos? 
¿Olvidaste las llaves
del Reino?

¿Has nacido ya,
te encuentras vivo?
Reinventemos los dioses, todos los mitos
de los tiempos

Celebremos los símbolos de los más antiguos bosques

(¿Has olvidado las lecciones
de la antigua guerra?)

Nosotros necesitamos grandes cópulas doradas

Los padres cloquean en los árboles 
del bosque

Nuestra madre está muerta en el mar

Sabes que protagonizamos masacres
conducidos por apacibles almirantes
Y que gordos, torpes generales
voltean, obscenos, buscando sangre joven

Sabes que somos gobernados por la TV

La luna es una bestia de sangre seca

Las bandas mercenarias crecen
a la vuelta del siguiente viñedo verde

Amasándose para la guerra sobre inocentes
campesinos, quienes simplemente están muriendo

¡Oh! gran creador de la existencia

Concédenos una hora más
para ejecutar nuestro arte
y perfeccionar nuestras vidas

Las palomillas1 y los ateos son doblemente divinos
y agonizantes

Vivimos, morimos
Y la muerte no termina
Nuestro viaje cada vez más adentro de
la Pesadilla

Adheridos a la vida
flor de nuestra pasión
Adheridos a culos y pitos
por desesperación

Tuvimos nuestra última visión
como un rayo

Las construcciones de Colón 
están llenas de muerte verde

(Toqué su muslo
y la muerte me sonrió)

Nos hemos congregado dentro de este antiguo
e insensato teatro

A propagar nuestra codicia por la vida
y escapar de la hormigueante sabiduría
de las calles

Los graneros han sido arrasados

Las ventanas aseguradas

y sólo hay uno entre todos

Para bailar y salvarnos

Con el remedo divino
de las palabras

La música inflama el temperamento

(Cuando se les ha permitido vagar libres
a los verdaderos asesinos del Rey
un millar de Magos aparecieron
sobre la tierra)

Dónde están las fiestas
que nos prometieron?

¿Dónde esta el vino?
El Nuevo Vino
(muriendo en el viñedo)

Burla inherente

danos una hora para la magia

a nosotros, los del guante púrpura
a nosotros, los del vuelo estornino
y la hora aterciopelada

a nosotros, criados de placeres arábigos

a nosotros, los de la cúpula solar y la noche

Danos un credo

Algo en qué creer

Una noche de lujuria

Danos confianza en

la Noche

Danos color
cien matices
un rico mandala
para mí y para ti

y para tu casa
de sedas y cojines
una cabeza, sabiduría
y una cama

Turbio decreto

Burla inherente
te clamamos

Solíamos creer
en los buenos viejos tiempos

Seguimos recibiendo
en pequeñas dosis

Las Cosas de la Bondad

Y el ceño antideportivo

Olvida y concede

¿Sabes si la libertad existe
en un libro de escuela?

Sabes que la locura
carrerea nuestra prisión

Con jaulas, con cárceles

Con un remolino
blanco, libre y protestante
Estamos posados -despeñándonos­-
en el filo del tedio
Queremos alcanzar la muerte
en el cabo de una vela

Nos esforzamos por algo
que previamente nos encontró

Oh, estoy harto de dudas 

Vivo en la luz de la certeza

Y al sur

Nos liga la crueldad

Los sirvientes tienen el poder
hombres-perro con mujeres malvadas
cubren con pobres cobijas
a nuestros marinos

Estoy harto de las caras duras

Que me observan desde la torre 
de televisión. Quiero rosas
en mi glorieta-jardín, ¿sale?

Bebés reales, rubíes
deben remplazar a los extranjeros
 
Abortados en el barro

A estos mutantes, sangrante alimento
para la planta que aran
Esperan llevarnos
al jardín segregado

¿Sabes cuan pálida y desenfrenada
llega la muerte en una hora extraña
sin anuncio, sin que esté planeada
como una espantosa y superamigable invitada
que te llevas a la cama?
La muerte convierte en ángeles a todos
y nos pone alas
Suaves como garras de cuervo
donde teníamos los hombros

No más dinero, no más disfraces

Este otro Reino se parece mucho al mejor
hasta que su otra mejilla revela incesto
y se deja de obedecer a una ley vegetal

Yo no iré
Prefiero una Fiesta de Amigos
A la Gran Familia.