Asesinato de Miroslava, periodista de Chihuahua, el trasfondo
Martes 2 de enero de 2018, por Comité Cerezo México
Morir amenazada por narcopolíticos y en el abandono del nuevo amanecerNarcopolíticos tricolores y azules, implicados
Olga Alicia Aragón / A los 4 Vientos*
Miroslava Breach Velducea fue
asesinada por intereses inconfesables que su intensa investigación periodística
puso al descubierto, al documentar el enriquecimiento ilícito del ex gobernador
César Horacio Duarte Jáquez, así como las redes criminales de narcotraficantes
y políticos -tanto del Partido Revolucionario Institucional como de Acción
Nacional-, vinculadas a esferas superiores de poder que controlan estructuras
de gobierno y grandes zonas del estado.
A tales hechos, Miroslava puso nombres y rostros.
En el Chihuahua de la última década fue consolidándose un sistema de
poder criminal en el que políticos y empresarios tejieron alianzas con narcos
regionales que, además de terror, ha generado riqueza personal y una corrupción
rampante. La ola de homicidios de los meses recientes y la cacería desatada en
contra del ex gobernador Duarte y de sus más cercanos colaboradores, nacen de
esa simbiosis criminal.
En ese contexto asesinan a la periodista.
Sus colegas de Chihuahua coinciden con autoridades federales y
estatales: Miroslava Breach fue victimada por su trabajo periodístico, arrojó
luz sobre negocios efectuados en la oscuridad, desde las estructuras del poder
y bajo un manto de impunidad.
El crimen, además, se ejecuta en una atmósfera envenenada por la
guerra política que se desató en la entidad desde los pasados comicios locales,
con la mira puesta en la presidencia de la república que se disputa en el 2018;
guerra que involucra a grupos criminales incrustados de antaño en ámbitos de
gobierno
El gobernador Javier Corral Jurado, el Fiscal general César Augusto
Peniche Espejel y el comisionado nacional de seguridad de la Secretaría de
Gobernación, Renato Sales Heredia, coinciden en que la línea de investigación
del asesinato se encuentra en los escritos periodísticos de Breach. Dicen que
todo señala al crimen organizado. “Es obra de la narcopolítica”, asegura
Corral.
Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la
Secretaría de Gobernación -quien el pasado jueves expresó en entrevista
periodística plena confianza en que el crimen se resolverá pronto en
investigación que realizan de manera conjunta la Fiscalía de Chihuahua y la
Procuraduría General de la República (PGR)-, tenía conocimiento, igual que el
gobierno de Javier Corral, de que Miroslava Breach estaba amenazada por
narcopolíticos, como consta en documentos de los que obtuvo copia A los 4
Vientos.
Miroslava develó en reportajes, crónicas y columnas el modus operandi,
basado en la extrema violencia, con que mafias criminales han sometido durante
años a la población, especialmente en la sierra Tarahumara, para apoderarse de
zonas estratégicas no sólo para el cultivo y trasiego de drogas, sino para
impulsar megaproyectos empresariales en territorios codiciados por sus valiosos
recursos hídricos, forestales, minerales e hidrocarburos.
Basta para constatarlo la relectura de sus reportajes recientes.
Isidro Baldenegro López, luchador social indígena de la Sierra Tarahumara, asesinado en enero de 2017. Su crimen, hasta hoy, impune.
Isidro Baldenegro López, luchador social indígena de la Sierra Tarahumara, asesinado en enero de 2017. Su crimen, hasta hoy, impune.
La defensa del bosque de la comunidad indígena de Coloradas de la
Virgen, en el municipio de Guadalupe y Calvo, fue tema constante de la
periodista. Ahí asesinaron el pasado 17 de enero al rarámuri Isidro Baldenegro,
quien durante años encabezó la incansable lucha de su pueblo en medio de
constantes amenazas por parte de talamontes vinculados a narcotraficantes.
"Miroslava ya no alcanzó a escribir su última investigación que,
según reveló La Jornada el 25 de marzo, trata sobre la perforación ilícita de
pozos de agua y la compra de equipos de alta tecnología para riego en nueve
municipios de la entidad, “como parte de una operación de lavado de dinero del
narcotráfico”.
La corresponsal, sin embargo, había publicado un reportaje el 02 de
mayo de 2013 (“A balazos” defenderán agua productores chihuahuenses), dando voz
a ejidatarios y productores agrícolas de los poblados de El Sauz, Encinillas y
Colonia Cuauhtémoc, quienes denunciaron que sus acuíferos, que durante décadas
sustentaron gran parte de la actividad agrícola del estado, se están secando
porque “gente extraña, con mucho dinero y guardias armados, compraron grandes
extensiones, perforaron pozos a 300 metros y sembraron, en algunos casos, hasta
mil hectáreas de nogal”, para exportar enormes tonelajes de nuez al mercado
asiático, negocio que garantiza ganancias multimillonarias.
Otra investigación emblemática generó en marzo de 2016 fuertes
amenazas en su contra: la postulación de narcotraficantes, hombres y mujeres,
de uno y otro partido político, como candidatos a alcaldes en varios municipios
de la sierra.
En fecha más cercana a su muerte, escribió sobre la estructura
narcopolítica en el estado: “Infiltra el narco gobiernos municipales de
Chihuahua” (La Jornada, febrero 20 de 2017), dijo que por amenazas o
complicidad, jefes regionales del narcotráfico en las zonas serrana y noroeste,
infiltraron a los gobiernos municipales, impusieron a jefes policiacos,
colocaron a su gente en la nómina y decidieron nombramientos en áreas de obras
públicas.
Breach ubicó por lo menos a diez directores de Seguridad Pública
“vinculados al crimen organizado” en los municipios de Ascensión, Batopilas,
Chínipas, Coronado, Guazapares, Guerrero, Santa Bárbara, Guadalupe y Calvo,
Uruachi y Gran Morelos, regiones dominadas por dos grupos criminales, ambos
relacionados con políticos priistas y panistas: “Los Salazares” en el sur de la
Tarahumara, y en el noroeste del estado Carlos Arturo Quintana, “El 80”, uno de
los jefes operadores de La Línea, como se conoce al brazo armado del cártel de
Juárez.
El pasado 17 de marzo, el diario El Mexicano, de Juárez, Chihuahua, publicó esta imagen que se elaboró con información que proporcionó la Fiscalía General del Estado (Imagen: El Sol de México).
El pasado 17 de marzo, el diario El Mexicano, de Juárez, Chihuahua, publicó esta imagen que se elaboró con información que proporcionó la Fiscalía General del Estado (Imagen: El Sol de México).
Rodeada por asesinos
El asesinato de Miroslava conmocionó a los chihuahuenses, causó fuerte
impacto en el país y trascendió fronteras.
Su muerte debe pesar también sobre un gobierno indolente que -afirman
familiares y algunos de sus más cercanos colegas y amigos-, nada hizo para
protegerla, a pesar de estar enterado de las amenazas que recibía.
Ahora se conoce que los asesinos tuvieron bajo acecho a la periodista;
seguían sus pasos y estudiaron su rutina para escoger el momento de ejecutarla,
como revelan las videograbaciones de inmuebles vecinos al escenario del crimen,
aseguradas por la Fiscalía General del Estado.
Miroslava Breach, quien nació en el pueblo serrano de Chínipas hace 54
años y ejerció durante más de dos décadas el periodismo en Chihuahua (reportera
de El Heraldo y El Diario, corresponsal de La Jornada desde mayo de 1997,
columnista de El Norte de Juárez y directora de la agencia MIR), fue
acribillada a mansalva en la capital del estado, el jueves 23 de marzo, a las 7:06
de la mañana, cuando sacaba su camioneta de la cochera de su casa ubicada en
José María Mata 6909, colonia Vallarta, para llevar a la escuela a su hijo
adolescente Carlitos, quien se retrasó un minuto en salir y por fortuna aún no
subía al vehículo. Andrea, su hija mayor, permanecía adentro de la casa.
El sicario profesional le disparó ocho balazos calibre .38, directos a
la cabeza. No falló un tiro. Fue un mensaje a sangre y fuego, reforzado con
otro, redactado en una cartulina, que el asesino dejó junto al cuerpo de la
periodista, como muestran imágenes videograbadas por cámaras de inmuebles
vecinos, difundidas por la Fiscalía con el propósito de que los ciudadanos
ayuden a identificar al criminal.
Trascendieron diversas versiones sobre ese mensaje, pero una fuente
confió a esta reportera haber leído el escrito en una fotografía de la
cartulina. Asegura que dice textualmente:
“Esto te pasó por lenguona, por estar cerca del gobernador. Ahora
sigues tu Javier. Firma: El 80”
Ocho horas después del crimen, casi a las tres de la tarde, el
gobernador Corral, en compañía del Fiscal general César Augusto Peniche
Espejel, dio una conferencia de prensa.
Para ese momento el mundo ya estaba enterado del asesinato de la
periodista, la Unesco y Amnistía Internacional, entre una diversidad de
organismos internacionales de derechos humanos y organizaciones locales,
nacionales e internacionales de periodistas exigían justicia para Miroslava; la
Cámara de Diputados y el Senado de la República se unieron a este clamor exigiendo
una investigación profesional, protección a la familia Breach y medidas de
protección para otros periodistas chihuahuenses en peligro.
Corral destacó ante los medios dos aspectos medulares: La única línea
de investigación -dijo- es el trabajo periodístico de Miroslava Breach.
Y se comprometió a transparentar la investigación. Instruyó a la
Fiscalía para integrar “una comisión interinstitucional que incluya la
participación de periodistas”.
“Es justo lo que esperamos”, comentó la reportera Dora Villalobos,
convencida de que “por primera vez se está ante la posibilidad real de que el
asesinato de un (a) periodista no quede impune”.
A 15 días del crimen, cabe señalar, sólo ha trascendido una precisión
que hizo el gobernador a un grupo de colegas de Breach: los periodistas no
participarán en la comisión interinstitucional, sino en “una comisión de
seguimiento” de la investigación.
La protesta de un gremio al que los reiterados agravios no amedrentan . Marcha en la Ciudad de México. Periodistas demandan Justicia para Miroslava (Foto: Jesús P. Pelayo).
La protesta de un gremio al que los reiterados agravios no amedrentan . Marcha en la Ciudad de México. Periodistas demandan Justicia para Miroslava (Foto: Jesús P. Pelayo).
Coraje, lágrimas y dignidad
El asesinato de Miroslava se cometió en un contexto sumamente riesgoso
para ejercer el periodismo crítico, de investigación, realizado por ella bajo
amenazas de muerte que empezaron el 23 de septiembre de 2015, cuando escribió
para La jornada sobre el desplazamiento de cientos de familias (“Huyen del
narco 300 familias en Chihuahua”) obligadas por comandos armados que
“asesinaron hombres, secuestraron a varias personas e hirieron a niños, para
obligar a la gente a entregar sus ranchos, huertas, casas y todos sus bienes”
en comunidades como Las Chinacas del municipio de Chínipas, a unos 600
kilómetros de la capital del estado.
El grupo criminal de “Los Salazares”, comandado entonces por Crispín
Salazar Zamorano, fue mencionado por primera vez por la periodista. Ahí empezó
el hostigamiento criminal en contra de ella.
El gobernador Corral aseguró ante los medios que él ignoraba que
Breach había recibido amenazas recientes. “Me acabo de enterar hoy…”, dijo la
tarde del 23 de marzo, cuando ya realizaban la autopsia al cuerpo de la
periodista.
Comentó que la única vez en que Miroslava (a quien llamó su amiga y
con quien dijo tener comunicación diaria y una relación casi de familia) sólo
le había dicho una vez, hace casi dos años (cuando él aún era senador), que
había sido amenazada.
Otra es la versión de colegas de Breach Velducea quienes afirman,
pidiendo el anonimato debido al riesgo en que se encuentran, que al menos en
tres ocasiones Corral fue informado, en algunos casos detalladamente, de las
amenazas en contra de ella y de otra periodista; primero en septiembre de 2015,
luego en marzo de 2016, después en agosto cuando ya era gobernador electo y por
último en octubre cuando ya fungía como jefe del ejecutivo.
Estrujante es el relato de un testigo, incluido en actas ministeriales
de la Fiscalía del Estado y de la PGR dentro de la investigación del crimen,
sobre la última amenaza telefónica que recibió la periodista.
“Miroslava ya no quiso informar al gobernador sobre esta llamada. Dijo
que no tenía caso hacerlo porque de cualquier modo nada hacía para protegerlos
a ella y a otros compañeros en peligro, sabiendo todo lo que ya se le había
informado”. Eran los primeros días de enero, recuerda el testigo y narra parte
del diálogo:
-Estos cabrones siguen chingando. Me volvieron a amenazar.

-Sí, son los mismos cabrones. Y no pienso comentarle nada a Corral. Se
supone que él ya sabe, ya debe saberlo, lo saben sus asesores.

-No, que se vaya a la chingada. Ya se lo he dicho, él lo sabe (sobre
las amenazas). Y si no tiene capacidad para analizar la situación, si en la
Fiscalía no tienen la inteligencia para ver lo que está sucediendo y sus
asesores (de Corral), aun enterados de lo que está pasando, no pueden ver lo
que viene, si él tampoco puede prever el desmadre que se le vendría si matan a
un periodista, que se chingue por pendejo.
-Pero eres tu quien está en peligro…
-No sólo yo. Somos tres. Y si él no actúa aunque sea para evitar las
broncas en que se metería su gobierno, que se chingue-, repitió la periodista.
“Fueron palabra al calor del coraje y la impotencia, del sentimiento
de indefensión que tenía Miros”, comentó el testigo durante el funeral.
(Newsweek en Español -donde se publicó originalmente este reportaje el
pasado 31 de marzo en versión corta por razones de espacio-, informó que desde
sus oficinas centrales de la Ciudad de México, a través de su coordinador de
reportajes especiales buscó insistentemente al gobernador Javier Corral, pero,
hasta el cierre de su edición, no obtuvo respuesta).
El día que mataron a Miroslava, con una mirada de dolorosa
incredulidad ante la atrocidad del crimen, una colega que igual sufrió amenazas
comentó A los 4 Vientos: “nos costó lágrimas vivir bajo esta situación, pero
creo que en realidad no dimensionábamos el peligro en que nos encontrábamos”.
Recuerda aquel atardecer de enero del presente año, cuando ambas
lloraron de coraje, miedo e impotencia.
“A veces nos dolía mucho pensar que nuestro trabajo periodístico no
servía de nada, sentíamos que era como predicar en el desierto y quizá no valía
la pena vivir amenazadas Así se lo dije a Miros y ella me contestó, con una
mueca de sonrisa, tratando de contener sus lágrimas: mejor nos retiramos del
periodismo, ¡vámonos a vender tacos!”
Claro –agregó la compañera de la periodista asesinada-, ella no podía
dejar de escribir. Yo también lloré porque sentí miedo, pero un miedo extraño,
con cierta alegría y convicción cuando me dijo: “tenemos que seguir haciendo
nuestro trabajo lo mejor que podamos. No debemos guardar silencio ante tanta
marranada. Con qué cara vamos a ver a nuestros hijos si no hacemos lo que está
en nuestras manos para que se conozca la verdad”.
Quienes compartieron con Breach su concepción sobre el periodismo de
profundo compromiso social, destacan su profesionalismo.
“Miroslava realizaba su trabajo con rigor ético; investigaba mucho
cada tema, cruzaba información con varias fuentes, conseguía documentos y
expedientes, verificaba hasta el último dato y sólo publicaba aquello que tenía
plenamente documentado”, comentó Alejandro Gutiérrez (en la foto a la derecha),
corresponsal del semanario Proceso en España, amigo de Breach Velducea desde
que ella regresó a Chihuahua en 1995, después de haber estudiado ciencias
políticas en la Universidad Autónoma de Baja California Sur y ejercer los
primeros años de su carrera periodística en ese estado peninsular.
Narcopolíticos azules y tricolores
Corral sostiene que el asesinato de Miroslava Breach es obra de la
narcopolítica.
Este crimen “fue milimétricamente planeado”, fue un “silenciamiento”
por su trabajo periodístico. “Y digo esto – agregó el gobernador en entrevista
con Álvaro Delgado, publicada el 26 de marzo en Proceso-, porque hubo un
trabajo frontal sobre esos vínculos de la narcopolítica”.
“Miroslava documentó las relaciones de narcotraficantes con el PRI en
Chihuahua”. Por ello, enfatizó Corral, el equipo interdisciplinario encabezado
por la Fiscalía, investigará el “móvil político” en el asesinato vinculado con
la tarea periodística.
El gobernador panista se refiere al reportaje de Breach del 4 de marzo
de 2016 (“Impone el crimen organizado candidatos a ediles en Chihuahua”. La
Jornada). Pero omite un dato esencial: la periodista no sólo documentó los
vínculos del PRI con el narcotráfico, también los del PAN.
“Grupos del crimen organizado lograron infiltrar las listas de
candidatos a alcaldes, principalmente en el Partido Revolucionario
Institucional (PRI), aunque también las del Partido Acción Nacional (PAN), para
las elecciones del 5 de junio en municipios serranos y en corredores de
trasiego de droga”, escribió Breach aportando nombres de candidatos y de
municipios, entre ellos Namiquipa, Bachíniva, Urique, Uruachi, Guazaparez,
Guachochi, Batopilas y Buenaventura.
Señaló al narcotraficante Arturo Quintana, El 80, quien “pretendió
imponer a su suegra, Silvia Mariscal Estrada, como candidata del PRI en
Bachiniva, junto con otros candidatos narcos en los municipios del noroeste del
estado, incluido Namiquipa con la candidatura de Ramón Alonso Enríquez
Mendoza”.
En Chínipas, municipio de la baja Tarahumara gobernado entonces por un
panista “también vinculado al grupo criminal que domina la región” -escribió
Breach-, el PRI registró a Juan Miguel Salazar Ochoa, sobrino del capo Crispín
Salazar Zamorano.
La Comisión Estatal para el Proceso Interno del PRI –señala el
reportaje- decidió que las candidaturas serían por designación directa en 34 de
los 67 municipios; por paridad de género, 33 o 34 mujeres serían candidatas.
“Ello ocasionó que esposas, hermanas, cuñadas y hasta suegras de ex alcaldes o
de personajes identificados con los grupos criminales fuesen postuladas”.
Este fue el caso, dijo Breach, de los municipios de Gran Morelos,
Uruachi y Urique, entre otros donde el PRI postularía a familiares de ex
alcaldes presuntamente relacionados con grupos criminales. “También es el caso
de Adriana Campos, abanderada del PAN en Uruachi”.
La difusión nacional de su reportaje obligó a los partidos a cambiar
algunas candidaturas a última hora ante el Instituto Estatal Electoral.
Y volvieron las amenazas. La corresponsal reportó la situación a su
periódico La Jornada e informó que había reportado al entonces candidato a
gobernador del PAN lo que estaba sucediendo. Con datos investigados por Breach,
el panista se comprometió a “poner orden” con la gente de su partido, recuerdan
colegas que dieron seguimiento a su reportaje.
En junio de 2013, el panismo nacional se cimbró con el escándalo de
los préstamos a sus senadores. Javier Corral e Ignacio Zavala se enfrascaron en
una disputa pública que pintó su talante. Prometieron corregir, poner orden y
en eso quedó, en promesa, como la que hizo el hoy gobernador de Chihuahua a la
periodista Breach (Imagen. Portal Animal Político).
El mensajero del narco
Algunas amenazas tenían origen identificado, venían de un panista que
actuaba como “mensajero” del capo Crispín Salazar. Miroslava se lo hizo saber
al ahora gobernador, revelaron fuentes muy cercanas a la periodista. Además,
dejaría constancia de la denuncia en su columna del periódico El Norte, firmada
con el seudónimo Don Mirone.
El 25 de noviembre de 2016 escribió:
“El jueves (24 de noviembre), mientras Corral estaba ocupado en el
evento con Imco, anduvo tocando puertas en su despacho y en otras oficinas de
Palacio el impresentable ex Alcalde panista de Chínipas Hugo Amed Schultz
Alcaraz, quien quiere colocarse en una posición de buen nivel en la Secretaría
de Educación y Deporte, para hacerla compatible con su plaza de profe y no
perder tiempo de jubilación.
“El ex Alcalde de Chínipas es el mismo que vio, calló y negoció con el
narco del pueblo la designación de su sobrino Juan Ochoa Salazar como candidato
del PRI a la Presidencia Municipal. Solo cuando los medios de comunicación
nacionales hicieron público tal despropósito, la dirigencia estatal priista
sustituyó esa candidatura junto con la de Namiquipa. Esa información fue uno de
los temas de campaña electoral de Corral, pero los datos nunca le llegaron de
su supuesto correligionario de partido”.
Contundente, denunció:
"Las andanzas del ex Alcalde serrano que ahora quiere convertirse
en funcionario estatal son más graves. Tuvo como director de la Policía
municipal todo su trienio a Martín Ramírez, también sobrino del capo de la
región Crispín Salazar Zamorano. El ex comandante de Policía aparentemente
estuvo involucrado en múltiples asesinatos y desaparición de personas, mientras
el Presidente Municipal dejaba hacer y dejaba pasar los crímenes”.
Un párrafo escrito por Miroslava cobra mayor relevancia a partir de su
asesinato:
“Schultz también jugó de mensajero de Salazar, para intentar
amedrentar a periodistas que han documentado lo que sucede en esa región”.
A pesar de la intervención directa de la periodista para que el
gobernador negara a Schultz el alto cargo que solicitaba, el gobierno del nuevo
amanecer -slogan de la administración corralista-, le otorgó un puesto dentro
de la estructura estatal: coordinador de Educación de la Región Serrana en la
Dirección de Educación Básica de la Secretaría de Educación y Deporte. Dato
plenamente corroborado.
Policías infiltradas hasta la médula
“A la periodista Miroslava Breach le quitó la vida un sicario”,
escribió Álvaro Delgado, “pero la mató también la indolencia del poder político
y sus complicidades con el crimen, la narcopolítica ya enraizada en Chihuahua y
en todo México”.
Breach Velducea evidenció los vínculos de políticos y empresarios con
grupos criminales y las secuelas de sufrimiento que esa relación implica para
miles de hogares enlutados por asesinatos, violaciones sexuales, feminicidios,
desapariciones de personas, secuestros, masacres y desplazamientos de cientos
de familias a las que han arrebatado todos sus bienes.
En los tres meses previos a su asesinato, escribió además un amplio
reportaje y una serie de columnas sobre la infiltración del narcotráfico en las
áreas de seguridad pública de los municipios.
Ella anticipó las reacciones de los grupos criminales a la decisión
del gobierno de Corral de establecer el mando único de la Policía Estatal en
seis municipios del estado –Madera, Temósachic, Gómez Farías, Ignacio Zaragoza,
Casas Grandes y Nuevo Casas Grandes–, como medida urgente para recuperar el
control de las policías municipales.
“No se van a quedar cruzados de brazos ante el intento de acotar su
control sobre vastas zonas del estado. El fin de semana ya se reportaron
desplazamientos de hombres armados y encapuchados en algunos de los municipios
intervenidos”, informó.
Miroslava tenía múltiples conocidos en la sierra y en instancias de
poder a todos los niveles, conocía muy bien la geografía del estado y merced a
todo ello podía ubicar estructuras criminales que controlan territorios de
siembra de amapola en la sierra Tarahumara y sus rutas de narcotráfico hacia la
frontera con Estados Unidos, así como la complicidad con el crimen organizado
en ayuntamientos, cuerpos policiacos y otros mandos de gobierno, comentan
varios colegas que conocieron su trabajo. Incluso, señalan, ella sabía qué
periodistas estaban o están vinculados con narcos y qué medios hacen convenios
deshonestos con políticos igualmente corruptos.
“Debe existir información muy valiosa en los archivos y expedientes
que Miroslava fue organizando a través de muchos años”, observó Alejandro
Gutiérrez, conocedor del trabajo meticuloso que realizaba Breach. Esos
archivos, junto con la computadora y el teléfono celular de la periodista están
ahora en poder de la Fiscalía y/o de la PGR.
El mediatismo de Corral, en la antesala de la carrera por la gubernatura de Chihuahua. Así enfrentó a César Duarte en el Congreso de la Unión (Foto: Portal Aristegui Noticias).
El mediatismo de Corral, en la antesala de la carrera por la gubernatura de Chihuahua. Así enfrentó a César Duarte en el Congreso de la Unión (Foto: Portal Aristegui Noticias).
Con la lumbre en los aparejos
Miroslava Breach es asesinada en un ambiente de fuerte tensión
política por las confrontaciones entre el ex mandatario César Duarte y el
panista Javier Corral, quien con una promesa electoral atrajo votos suficientes
para triunfar en las urnas: “Erradicar la corrupción. Encarcelar al ex
gobernador corrupto junto con sus cómplices y recuperar para el estado el
dinero y los bienes que le fueron saqueados.”
El crimen se comete en los albores de una nueva contienda por la
Presidencia de la República, que se anuncia sucia y descarnada, con un panismo
estatal presionado por las críticas crecientes de chihuahuenses que reclaman
falta de voluntad política del nuevo gobierno para cumplir sus promesas de
campaña.
Miguel Ángel Osorio Chong, en abierta campaña desde la Secretaría de
Gobernación por la candidatura presidencial del PRI, el sábado 25 de marzo
lanzó un dardo contra el gobierno de Corral. “Chihuahua se nos descompuso
mucho. La federación no permitirá que se descomponga más”, dijo en Toluca al
diario El Universal.
El PAN estatal reviró: “A Osorio se le descompuso todo el país, no
Chihuahua”. Calificó de “cínico e irresponsable” al funcionario, a quien
recordó que el combate a la delincuencia organizada es una competencia
esencialmente federal.
Javier Corral (quien estima que el daño patrimonial al estado que
causó la administración duartista supera los 6 mil millones de pesos), durante
meses soportó la andanada de críticas por no dar muestras de que cumpliría sus
promesas. Entre los reclamos, destaca la voz del fundador de Unión Ciudadana,
el abogado Jaime García Chávez, quien denunció ante la PGR, el 23 de septiembre
de 2014, al entonces gobernador César Duarte Jáquez y al Secretario de Hacienda
Estatal, Jaime Ramón Herrera Corral, por enriquecimiento ilícito, peculado,
ejercicio abusivo de funciones y uso indebido de atribuciones y facultades,
tras la fundación del Banco Progreso de Chihuahua
Bajo ese contexto, entre noviembre y diciembre de 2016 a enero de
2017, Miroslava escribió constantemente sobre las investigaciones realizadas
por la Fiscalía contra Duarte y sus cercanos colaboradores.
El 26 de enero de 2017, publicó en El Norte:
“Las medidas de protección legal que está tomando el exgobernador
César Duarte para protegerse de acciones penales en su contra, hablan de que
está sintiendo la lumbre en los aparejos. El amparo 15/2017 promovido por su
abogado, Ricardo Antonio Sánchez Reyes Retana, en contra de la decisión del
Juez de Control, Eduardo Alexis Ornelas, quien ordenó reabrir la investigación
en su contra por el caso de Unión Progreso, apunta a un mar de fondo en el
tema”.
Breach destacó un negro curriculum de Reyes Retana, “en casos de
corrupción profunda”.
El abogado de Duarte -recordó la periodista-, estuvo relacionado con
la defensa de la empresa Industria 3 SA de C.V., “aquella supuesta productora
de espectáculos a la que el gobierno del veracruzano Javier Duarte le envió un
maletín con 25 millones de pesos en efectivo, dizque para pagar los
preparativos logísticos para la fiesta de La Candelaria, la Cumbre de Tajín y el
Carnaval del Puerto, en enero de 2012, justo cuando empezaba la campaña de
Enrique Peña Nieto.
“¿Será coincidencia que aparezca ahora defendiendo al Duarte de
Chihuahua?”, se preguntó.
Breach fue una periodista muy crítica al gobierno de Corral. Como expresó
Alejandro Gutiérrez, de Proceso, “Miroslava podía relacionarse con las fuentes
y lograba información notable, lo mismo podía ser afable que firme con sus
fuentes, con algunas establecía un vínculo afectivo pero nunca abandonaba su
papel de periodista, sabía mantener esas fronteras y por su profesionalismo se
ganaba el respeto de sus fuentes y de los colegas, porque sus textos aportaban
información valiosa o los matices de un conflicto”
En su columna, Breach le advirtió al gobernador: “el escepticismo ya
está asentando sus reales en la ciudadanía, que optó por el cambio el pasado 5
de junio”.
Y envió un claro mensaje al panista: “solo un temprano golpe de timón
reavivaría la esperanza…”
El golpe de timón
Javier Corral parece haber escuchado el consejo, cuando la periodista
yace en su tumba. Su gobierno ha dado un golpe de timón, al que llamó
“Operación justicia para Chihuahua”.
Justo cuando crecen los reclamos de justicia para Miroslava, el
gobernador panista da un giro de timón y logra atraer a su favor los
reflectores nacionales y extranjeros al declarar prófugo de la ley a César
Duarte, a partir de que el martes 28 de marzo (a cinco días del asesinato de la
periodista) un juez libró orden de aprehensión contra el priista.
Un día antes, La Fiscalía detuvo a tres ex funcionarios duartistas:
Javier Garfio, ex secretario de Comunicaciones y Obras Públicas y ex alcalde de
Chihuahua; Gerardo Villegas, ex director de la Administración de la Secretaría
de Hacienda estatal, además de Ricardo Yáñez, quien fue director de Coesvi y
director de Vialidad.
Coincidentemente, al cumplirse una semana del asesinato de Breach
Velducea, la Organización Policial Internacional (Interpol) publicó la ficha
roja de búsqueda del exgobernador Duarte Jáquez, por intervención de la PGR a
solicitud de Corral. A partir de ese momento, el priista ballezano podría ser
aprehendido en cualquiera de los 190 países donde la Interpol actúa.
Además, se tiene en la mira al diputado federal suplente Antonio
Enrique Tarín García, quien el miércoles 29 de marzo fracasó en su intento de
tomar protesta en la Cámara de Diputados como legislador, tras la muerte del
diputado titular Carlos Hermosillo Arteaga, fallecido en un accidente carretero
en la ruta Parral-Chihuahua, tres días antes de que asesinaran a la
corresponsal de La Jornada.
Tarín, quien se atrincheró 48 horas en la Cámara de Diputados, obtuvo
un amparo para evitar ser detenido.
“Estamos apenas en el inicio de un proceso y de una estrategia
jurídica en la que vamos por toda la red de corrupción política que se tejió en
la pasada administración, ex funcionarios y particulares que fueron parte de un
diseño de delincuencia organizada para el enriquecimiento personal, por
supuesto encabezados por el ex Gobernador”, anunció Corral Jurado.
¿Y el asesinato de Miroslava?, se preguntan colegas y familiares.
El fiscal César Augusto Peniche, se reunió el pasado 29 de marzo con
los legisladores integrantes de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados
que da seguimiento a las agresiones a periodistas. Ahí, el funcionario
chihuahuense expuso detalladamente los magros avances de la investigación sobre
el asesinato de Breach Velducea e informó con amplitud sobre las órdenes de
aprehensión contra el exgobernador priista y sus más cercanos colaboradores.

-No están vinculadas-, respondió el fiscal.
Respecto al caso Breach, informó que “se tienen identificados” a dos
hombres que participaron en el crimen: al chofer que trasladó al asesino y a
quien escribió el mensaje en la cartulina.
Explicó que el domingo 26 de marzo fue localizado en una vivienda de
la colonia Revolución, en la ciudad de Chihuahua, el automóvil Chevrolet
Malibu, color gris y con “cola de pato”, presuntamente ligado al asesinato.
Precisó que en el domicilio donde se encontró el vehículo se recabaron
evidencias que permiten conectar a quien redactó el mensaje en la cartulina,
corroborar la identidad del conductor y dispositivos electrónicos en cuyo
contenido se detectó información con amenazas a la periodista.
Adelantó una pista: la familia donde se encontró el vehículo que
utilizaron para el crimen, apunta a que “son originarios de la sierra, donde
Miroslava también es originaria”.
Y eso fue todo.
Del sicario que acribilló a la periodista nada se ha dicho. Nada,
tampoco, sobre la identidad de los autores intelectuales.
En medio de la parafernalia de declaraciones sobre la persecución del
gobernador prófugo y las órdenes de aprehensión ejecutadas, Javier Corral fijó
una postura respecto al asesinato de Miroslava: “no se dará más información a
los medios sobre este caso, para no entorpecer las investigaciones”.
En contraste, se ha difundido profusamente que dentro del “Operativo
justicia para Chihuahua”, la Fiscalía ya integró conjuntamente con la
Secretaría de la Función Pública al menos 26 carpetas de investigación por
diversos delitos contra exfuncionarios del gobierno de César Duarte para
recabar evidencias y presentarlas ante el Poder Judicial para solicitar las
órdenes de aprehensión.
Los medios locales informaron que entre 56 y 70 exfuncionarios
estatales y de la presidencia municipal de Chihuahua, incluso empresarios que
obtuvieron contratos en la administración duartista, han solicitado el amparo
de la justicia federal ante las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía
por presuntos delitos penales cometidos durante el mandato de César Duarte.
Capacidad de maniobra
En el acto celebrado el miércoles 5 de abril en Palacio de Gobierno
para rendir informe del primer semestre de su administración, Javier Corral
inició su discurso citando al chihuahuense de Batopilas, fundador del PAN,
Manuel Gómez Morín. “Poco a poco van quedando atrás las sombras del pasado,
nosotros hemos salido de nuevo a ver las estrellas, en la convicción de que construimos
un nuevo amanecer para todas y todos los chihuahuenses”.
La periodista Miroslava Breach ya no estuvo ahí para escribir con su
ingenioso sarcasmo la crónica sobre el rumbo hacia el que marcha Chihuahua. El
nuevo amanecer para ella fueron ocho balazos que le arrancaron la vida. Ocho
tiros que arrojaron negras sombras sobre el estado.
En su discurso de 50 minutos, el gobernador mencionó en dos momentos
el nombre de la periodista. La primera, para destacar que Chihuahua pasó del
cuarto lugar a nivel nacional en el mes de noviembre de 2016 en homicidios por
cada 100 mil habitantes, al sexto lugar en enero de 2017.
“Hemos enfrentado momentos difíciles en este tema, el homicidio de
Miroslava Breach y de Adrián Rodríguez son un ejemplo de ello. Tengan la certeza
que en estos casos vamos a llegar al esclarecimiento de los hechos. La Fiscalía
está trabajando en ambos temas y tenemos un alto porcentaje de avance”, dijo
Corral y siguió mencionando cifras para demostrar la “reducción gradual y
sostenida de homicidios dolosos”. Así, el asesinato de la periodista se redujo
en el discurso del primer panista del estado a un dato estadístico enmarcado en
una reducción sustancial al cierre de marzo con “29 eventos” en comparación con
los 45 homicidios acumulados en enero y 40 en febrero en la capital del estado.
En el mismo análisis que ponderó la estadística, el gobernador
mencionó que “en el resultado del mes de marzo se refleja el evento de Rubio
donde dos bandas criminales se enfrentaron con un arsenal bélico que pudieron
acumular en los últimos años con la complicidad de las autoridades”.
El saldo a nivel estatal, con ese criterio sería positivo: “de la
cúspide reflejada en el mes de octubre con 209 eventos, bajó en los meses de
noviembre, diciembre y enero a 136 eventos en promedio. En febrero subió a 168
y en marzo hay una reducción con respecto al último mes al quedar la cifra en
147”.
Miroslava fue asesinada en marzo. Estadísticamente un buen mes para el
gobierno del estado.
Debemos actuar con responsabilidad –agregó el gobernador-, en materia
de seguridad pública no se debe ocultar la información real, “pero tampoco se
debe descontextualizar para crear la sensación de un escenario que solo afecta
la percepción y la objetividad de los ciudadanos. Eso daña la imagen del
estado, desalienta inversiones, reduce el empleo y aleja el turismo”.
Aprovechó para subrayar que el 75 por ciento de los homicidios está
vinculado con el tema de las drogas, las armas y la delincuencia organizada, y
por lo tanto la Federación “está obligada a realizar las tareas que le
corresponden”.
Luego, orientó el discurso al corazón de su mensaje político: el
cumplimiento de su palabra empeñada desde la toma de posesión del cargo de
gobernador de llevar ante la Justicia “a una camarilla de rufianes”, dijo el
gobernador, que endeudaron al estado comprometiendo el futuro de las nuevas
generaciones hasta el 2044, y se enriquecieron con dinero de “empréstitos” y
“bursatilizaciones” que en todo caso debió utilizarse en beneficio de los que
menos tienen.
“No hemos defraudado a los chihuahuenses”, dijo Corral con voz firme y
aclaró a sus críticos que “la supuesta inacción, en realidad era estrategia,
cuidado y rigurosidad”. Anunció que a través de la Secretaría de la Función
Pública se han integrado variadas carpetas de investigación, logrado
judicializar varios casos y obtener órdenes de aprehensión que en su momento
serán ejecutadas contra el ex gobernador prófugo y los exfuncionarios
involucrados.
La segunda ocasión en que Corral mencionó el nombre de Miroslava
Breach -periodista que nunca abandonó su actitud crítica hacia el poder-, fue
después de reprochar que en los últimos meses la crítica contra su gobierno “se
ha exacerbado como nunca antes, en muchos momentos de manera infundada”. Pero a
pesar de ello, celebró que “la libertad de expresión en nuestra entidad sea una
realidad”.
Dijo que no pierde de vista nuestra realidad, ni los últimos
acontecimientos. Por ello, “reitero mi obligación de hacer justicia para
Miroslava Breach, queremos sentar el precedente de que cualquier delito
cometido en contra de las y los periodistas será castigado con todo el peso de
la ley, para que estos hechos no vuelvan a ocurrir”.
Y concluyó con una aseveración rotunda. Desde la óptica del
gobernador, Chihuahua comienza a llamar la atención a nivel nacional “por los
buenos precedentes que está sentando”. ¿Cómo para revolverse en su tumba?, se
preguntan los más cercanos colegas de Miroslava.
Muerte anunciada
El asesinato de Miroslava Breach fue un crimen anunciado que nunca
debió suceder porque muchas autoridades del estado y del gobierno federal, así
como representantes de organismos de derechos humanos conocieron de las
amenazas que recibían y ella y otra colega, incluidos los medios para los que
trabajaban.
¿Se pudo evitar esta muerte? ¿Podía el nuevo gobierno haber aplicado
medidas elementales para proteger la vida de la periodista?
Todos sabían que las corresponsales del periódico La Jornada y del
semanario Proceso estaban bajo grave peligro.
Así consta en diagnósticos elaborados durante meses a partir de marzo
de 2016, para solicitar que se decretara en Chihuahua la “Alerta temprana de
protección a periodistas”, como sucedió en agosto de ese año; también consta en
documentos redactados entre octubre, noviembre y diciembre, con la
participación de integrantes del equipo de transición de Corral Jurado para
aplicar, ya en la actual administración, un plan de contingencia dentro del
Mecanismo de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos
Humanos, cuya Junta de Gobierno preside Roberto Campa Cifrián, subsecretario de
Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
En el diagnóstico, elaborado con la participación de periodistas
amenazadas por narcopolíticos, se señala:
“Se reciben amenazas directas, por terceros, de manera oral y por vía
telefónica, debido a la cobertura de noticias e investigaciones sobre el crimen
organizado y la corrupción. El crimen organizado reacciona a una nota
periodística de manera inmediata, las amenazas son automáticas”.
Esta situación, destaca el documento, afecta a todos los periodistas
porque el narcotráfico es un tema de interés social, informativo, que permea
toda la vida del Estado.
Más aún, preveían que con el cambio de gobierno se podían ocasionar
“graves afectaciones” contra periodistas “que han hecho visible las prácticas
ilegales que involucran al gobierno saliente”. Contundente, el diagnóstico: “Se
trata de la denuncia sobre redes de corrupción entre empresarios, funcionarios
y el crimen organizado”.
“Que no haya continuidad en el gobierno, no significa que se desista
de seguir produciendo amenazas e intimidaciones, incluso cabe la posibilidad de
que estas se incrementen mientras se realiza el reacomodo de poderes e
intereses”, advirtieron en su análisis quienes realizaron el diagnóstico con
los testimonios y participación de periodistas amenazadas.
Se referían al periodo de alternancia política en el poder, ya que el
4 de octubre de 2016 el priista César Duarte concluía su sexenio y tomaba
protesta como jefe del ejecutivo el panista Javier Corral.
De acuerdo con el contenido de este documento –A los 4 Vientos tiene
copia- la Segob a través de los integrantes de la Junta de Gobierno del
Mecanismo de Protección a Periodistas, así como los asesores del gobierno de
Corral que participaron en la consulta para el plan de contingencia, conocieron
desde marzo a diciembre de 2016, las condiciones de riesgo, incluidas las
amenazas, en que trabajan Miroslava Breach y su colega.
El 29 de julio de 2016, la Junta de Gobierno del Mecanismo aprobó el
Diagnóstico sobre la Situación de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y
Periodistas del estado de Chihuahua. Ese mismo día instruyó a la Coordinación
Ejecutiva Nacional realizar -en coordinación con las organizaciones de derechos
humanos solicitantes de la Alerta-, una propuesta de Plan de Contingencia para
iniciar el diálogo con las autoridades del estado.
El 12 de octubre del mismo año, dentro de los trabajos de elaboración
del Plan de Contingencia, el Mecanismo realizó un taller para identificar
acciones concretas contra las causas estructurales de los riesgos. Este plan se
presentaría al gobernador del estado para sus observaciones y posterior
aprobación. El taller se llevó a cabo con la participación de periodistas de
Chihuahua, organizaciones de derechos humanos que solicitaron la Alerta e
integrantes del Consejo Consultivo y de la Unidad de Prevención, Seguimiento y
Análisis del Mecanismo.
El gobernador Javier Corral conoció ese documento, afirma una de las
periodistas que participó en la elaboración del diagnóstico y en el Plan de
Contingencia.

–Sí. Aproximadamente un mes antes del asesinato de Miroslava Breach,
se realizó una reunión en Chihuahua con representantes del Mecanismo de
Protección a Periodistas. “Y todos los que asistimos tuvimos ese documento en
nuestras manos”


E
se documento es un grito de alerta sobre la situación que prevalece en
estado, especialmente en la sierra Tarahumara. Advierte sobre la continuidad y
posible incremento de las agresiones a defensores de derechos humanos y a
periodistas.
Menciona el documento específicamente a las corresponsales de Proceso
y de La Jornada, entre quienes se encuentran en peligro.
Advierte, también, que “ante el incremento de proyectos extractivos y
megaproyectos inconsultos se produce la persecución y amenazas directas con el
interés de que no se ejerza la labor de defensa y denuncia. Aumento de
prácticas intimidatorias”.


Narcomanta
En un hecho que enturbió aún más el enrarecido ambiente político en
Chihuahua, y a unas horas de haber anunciado la cacería en contra de César
Duarte luego de que se giró la orden de aprehensión en su contra, apareció una
manta colgada de un puente peatonal, en una de las vialidades más transitadas
de la ciudad, el Periférico de la Juventud, a la altura de la colonia
Campesina, con una amenaza escrita en párrafos negros y rojos contra el
gobernador del estado.
“Esto es para que estés enterado Corral, si me sigues mandando a tus
achichincles los voy a matar a todos. Querías guerra pues ya la tienes. Estoy
agarrado a alguien más poderoso”. En la línea final advierte a periodistas
“hocicones”: No se metan en lo que no le importa y en una guerra que no van a
ganar porque los voy a matar a todos a la verga”. Y firma “Atte El 80”, el
presunto narco amigo de César Duarte, a quien Javier Corral prometió expulsar
de Chihuahua 72 horas después de asumir como Gobernador.
(Re) Nacimiento de la Narcopolítica
Desde el municipio de Guadalupe y Calvo viajaron a la ciudad de
Chihuahua cuatro priistas que tenían un asunto urgente que informar. Se trataba
de algo grave, dijeron, y por lo tanto querían mantener su identidad a salvo.
Buscaban, sin embargo, que la historia que traían consigo fuera publicada por
algún diario local.
Era el año de 2004 e iniciaba el proceso interno para postular
candidatos a presidentes municipales y diputados. José Reyes Baeza, exalcalde
de Chihuahua, sería candidato a gobernador, sin conflictos en el partido.
Para lograr la candidatura, Reyes Baeza enfrentó en la elección
interna a Víctor Anchondo Paredes, quien durante el sexenio de Patricio
Martínez (1998-2004) fue Secretario General de Gobierno, Gobernador interino y
líder parlamentario del PRI en el Congreso local. Reyes obtuvo un amplio
triunfo y posteriormente fue postulado por la coalición electoral “Alianza con
la Gente” integrada por el PRI, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde
Ecologista de México (PVEM).
Reyes Baeza venció en la elección constitucional con más de 15 puntos
de ventaja (56.4 contra 41.3) al panista Javier Corral, quien contendía por
primera vez por la gubernatura del estado, por el PAN aliado en esa ocasión con
el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia, Democrática, en
la coalición “Todos Somos Chihuahua”.
Tres años antes, en enero de 2001, el gobernador Patricio Martínez
había sufrido un atentado en las escalinatas de Palacio de Gobierno; los
médicos lograron salvarle la vida, a pesar de que el mandatario priista recibió
un tiro en la cabeza.
Durante el sexenio de Reyes Baeza la entidad se convertiría en
escenario de la más cruenta batalla “entre narcos” que haya registrado el mundo
reciente. Joaquín, “el Chapo” Guzmán, capo del cártel de Sinaloa -quien se fugó
el 17 de enero de 2001 por primera vez de una cárcel de alta seguridad, en
Puente Grande, Jalisco en los primeros días de la presidencia de Vicente Fox-
diputaba la plaza al cártel de Juárez en una guerra sanguinaria que se
extendería hasta el sexenio del Felipe Calderón y los primeros años del
gobierno de Enrique Peña Nieto.
Pero lo que estaba sucediendo a principios de 2004 en la sierra Tarahumara,
preocupaba hondamente a estos priistas.
“Podemos asegurarle a usted que es en este mes y en este año preciso,
anótelo así, cuando nace en Chihuahua la narcopolitica”, comentó uno de ellos
con voz apagada, casi en un murmullo, temeroso de ser escuchado por los
comensales de mesas vecinas donde tomábamos café.
El interlocutor era un ex alcalde de Guadalupe y Calvo, el municipio
situado en el Triángulo Dorado de la droga, territorio que comparte Chihuahua
con Durango y Sinaloa. La alerta era porque les habían impuesto, por vez
primera, a un “narco” como candidato. Lo que ocurría allí era una réplica de lo
que sucedía en otros municipios de la Tarahumara, y el apoyo, tanto político
como financiero, señalaron, provenía de una misma fuente: el entonces líder
estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), César Duarte Jáquez.
Jesús Velázquez Rodríguez ganó la alcaldía en 2004. Tres años después
sería diputado local por el distrito 21. En tal condición adquirió notoriedad
al formar parte del elenco de una película protagonizada por Erick del Castillo
y Rafael Goyri: Plomo en la sierra, en la que encarnó a un narcotraficante
llamado Chuy Castillo. En los primeros años del sexenio de Duarte (2010-2016)
apareció como Coordinador estatal de la Tarahumara y en marzo de 2013 tomó
posesión como líder estatal de la CNC.
“No crea usted que es un asunto menor que se quedará en unos cuantos
municipios perdidos en la sierra. Se está construyendo toda una estructura para
sacar adelante la candidatura de Duarte, primero para diputado local, luego
para diputado federal y allá arriba, con el apoyo de gente como Emilio Gamboa
Patrón y otros gallones muy pesados del grupo Atlacomulco, van a fortalecer a
Duarte para hacerlo candidato a gobernador”, confió el priista a principios del
2004.
Aún no arrancaba la campaña de Reyes Baeza por la gubernatura, cuando
a decir de estos priistas serranos, ya se estaba construyendo el relevo con
Duarte para el 2010.
“Vienen tiempos terribles”, dijo el ex alcalde, quien optó por
retirarse definitivamente de la política
En medio de una temprana y soterrada pelea intestina del priismo por
el relevo en la gubernatura, el domingo 22 de febrero de 2009 el gobernador
Reyes Baeza y sus escoltas sufrieron un atentado frente a la edificio de la Dirección
de Vialidades, en la esquina del periférico de La Juventud y el boulevard Ortiz
Mena, arterias de alto tránsito en la ciudad. Ahí murió acribillado su escolta
personal Alejandro Chaparro Coronel y fueron lesionados otros dos agentes.
También fue herido uno de los agresores. El hombre que comandaba al grupo de
cinco sicarios resultó ser un exmilitar del 57º Batallón de Infantería, con
sede en Iguala, Guerrero.
Pruebas dactilares cotejadas por la procuradora de Justicia, Patricia
González, con información del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas
Dactilares, reveleraon la identidad del sicario detenido: Eduardo Hernández
Valdez, de 36 años, quien había ingresado a la Secretaría de la Defensa
Nacional el 10 de septiembre de 2001 y -dato no confirmado por la procuradora-,
causó baja de la Sedena en octubre de 2003.
Todos los aspirante a la candidatura terminaron declinando sus
aspiraciones. El 28 de febrero de 2010 se celebró la convención de delegados
del PRI que eligió formalmente como candidato único a César Duarte, postulado
posteriormente en coalición con el PVEM, el PANAL y el PT.
Todo indica que los cuatro priistas de Guadalupe y Calvo tenían una
“bola de cristal” en su análisis político, aunque no pudieron ver el declive
del priista ballezano, ahora prófugo de la justicia, buscado por la Interpol en
190 países.
Son días aciagos para los Duartes, Javier (exgobernador de Veracruz) y
César, el exmandatario chihuahuense, quienes un día soñaron que podían ser
presidenciables, cuando en 2012 el recién electo Enrique Peña Nieto dijo en una
entrevista televisiva que ambos Duartes junto con el también ahora perseguido
Roberto Borge, ex gobernador de Quintana Roo, eran “el nuevo rostro” del PRI.
Desde el renacimiento de la narcopolítica en Chihuahua, peligro sobre
el que trataron de advertir a la sociedad cuatro priístas serranos de Guadalupe
y Calvo en 2004, la fusión de la política y el narco se consolida en
estructuras que controlan buena parte de esos municipios en el estado más
grande del país, como logró documentar la periodista Miroslava Breach Velducea,
hasta el día previo a su asesinato.
Justicia para Miroslava
Terribles, pero verdaderas, son las palabras escritas por la
periodista Elia Baltazar ( revista Nexos, marzo 29 de 20017) ante el dolor y la
frustración por el asesinato de Miroslava.
“A pesar de las evidencias, la documentación de casos y las denuncias,
para ninguna autoridad ha significado un costo político el asesinato de un
periodista”, afirma Elia Baltazar. La capacidad de maniobra de los gobernantes
para eludir el costo político de estos crímenes, parece confirmarse en
Chihuahua.
No hay consecuencias (para autoridades y gobiernos) por sus pésimos
resultados en las investigaciones de los crímenes, agrega Baltazar en su
artículo “Periodistas asesinados, ¿quién gana?”
Dice Elia que de muy poco ha servido una ley federal frente a la
impunidad regional, donde sabemos que las amenazas contra la integridad de los
periodistas casi siempre vienen del poder y su connivencia con el crimen.
Y nos recuerda la articulista que “los periodistas hemos caído en las
trampas de la política de la simulación”
Allií donde hay periodistas asesinados, señala Elia Baltazar, aparecen
mecanismos de protección, pero no garantías para la investigación y la justicia.
A cada asesinato, la clase política responde con “indignadas” declaraciones,
con foros sobre libertad de expresión y promesas que siempre se posponen. Y
exclama: ¡Ya basta!
La experimentada colega nos llama, como gremio, a que obliguemos a
gobernadores y autoridades a rendir cuentas, “elevar el costo político para
todos los actores, incluido el presidente, el secretario de Gobernación, el
procurador y cualquier otro responsable de garantizar los derechos de los
mexicanos. Para eso están allí”.
En Chihuahua, decenas de periodistas que exigen justicia para
Miroslava se han estado reuniendo con un objetivo claro: impedir que el crimen
quede impune.
Abrieron en Facebook la página “Justicia para Miroslava”, realizaron
asambleas y un mitin de protesta, decidieron hacer cumplir al gobernador su
palabra de integrar a periodistas a la comisión interdisciplinaria que
investiga el crimen de Breach Velducea; preparan también la edición de un libro
para difundir vida y obra de la periodista victimada; establecieron vínculos
con organismos nacionales e internacionales para emprender esta campaña a todos
los niveles.
Exigen, como expresó La Jornada en su editorial, una investigación
conforme a la ley, rápida, exhaustiva y certera. Que se encuentre a los
asesinos, que no se inventen chivos expiatorios, que la investigación vaya al
fondo de la verdad porque nadie aceptara una historia inventada sobre un solo
asesino y algún autor intelectual perdido en un municipio serrano cuando ese
sería el eslabón menor de una sólida cadena de narcopolíticos incrustrados en
altas esferas del poder político y económico.
* Foto principal: La Parada Digital